Indicaciones del maquillaje corrector en dermatología
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El maquillaje corrector resulta de utilidad para paliar las consecuencias cutáneas de varias enfermedades. No sólo debemos pensar que estos productos tienen un uso estético, sino que médicamente pueden indicarse.
El maquillaje corrector en dermatología está especialmente pensado y formulado para camuflar imperfecciones,así como para devolver el buen aspecto a pieles afectadas por ciertas dermatosis y afecciones cutáneas. Este tipo de maquillaje resulta de utilidad para:
- Paliar las consecuencias cutáneas de quemaduras
- Mejorar actos de dermatología estética o cirugía plástica
- Minimizar los efectos secundarios de los tratamientos oncológicos
El maquillaje corrector también tiene un gran beneficio a nivel psicológico. Da lugar a un buen aspecto a la piel y mejora de la imagen percibida, lo que contribuye a mejorar la autoestima y la calidad de vida de las personas afectadas.
Características del maquillaje corrector
Los maquillajes formulados para corregir imperfecciones reúnen una serie de características entre las que se incluyen las siguientes:
- Alto poder cubriente.
- Resultado natural:de aplicación rápida y fácil.
- Seguridad dermatológica: testados hipoalergénicos y no comedogénicos con estudios clínicos de tolerancia.
- Elevada remanencia en la piel.
- Resistentes al agua y al sudor.
- Sin perfume.
- Adaptables a uso facial y corporal.
- Se retiran fácilmente.
¿Conoces los fundamentos del maquillaje corrector?
En el círculo cromático cada color tiene enfrentado su color opuesto, y el principio de oposición de los colores indica que la intensidad de un color se atenúa cuando se le añade su opuesto. Así, el color verde neutraliza al rojo y el amarillo al violeta.
Este principio permite que, al camuflar imperfecciones de dominancia roja o violeta con los correctores de color opuesto adecuados, se minimiza la cantidad de base de maquillaje corrector que hay que utilizar encima de ellos.
Indicaciones en dermatología
Las posibilidades de uso del maquillaje corrector son muchas y variadas. Algunas de las más frecuentes son:
- Maquillaje de pequeñas imperfecciones: ojeras, manchas o tatuajes.
- Dermatosis: acné, rosácea o lupus.
- Hiper o hipopigmentaciones: lentigos, melasma o vitiligo.
- Alteraciones vasculares: flush, cuperosis o angiomas.
- Después de intervenciones de dermatología estética o cirugía plástica: peeling químico, dermoabrasión, láser o rellenos faciales.
- Camuflaje:de quemaduras y cicatrices.
Cuando se utiliza el maquillaje corrector en el paciente oncológico, además de maquillar, a veces se necesita diseñar o repoblar un poco las cejas. Para ello debes reseguir con pequeños trazos el dibujo de la ceja natural.No obstante, si hay alopecia parcial o total, toma 3 puntos de referencia para redibujar las cejas.
Si las pestañas han disminuido o desaparecido debido a tratamientos oncológicos, aplica un lápiz de ojos sobre la base de las pestañas superiores. Así conseguirás definir y recrear la apariencia de pestañas.
El maquillaje corrector en el paciente oncológico
El maquillaje corrector, en dermatología, cobra especial importancia en los pacientes en tratamiento oncológico. Los efectos adversos en la piel del rostro secundarios a tratamientos de quimioterapia y terapias dirigidas son muy frecuentes.
Es importante que las personas afectadas se sientan bien con su aspecto, porque ello aumenta su autoestima y autoconfianza. Por lo tanto, el maquillaje las ayuda a afrontar con una actitud más positiva los tratamientos para su enfermedad, y a mejorar sus relaciones personales y sociales.
El maquillaje corrector permite mitigar los cambios más frecuentes en la piel del rostro asociados a los tratamientos oncológicos. Estos cambios incluyen la sequedad intensa, los signos de fatiga, manchas e hiperpigmentaciones, rojeces, erupciones acneiformes, cejas y pestañas despobladas o caída de éstas.
Antes de proceder al maquillaje, debe llevarse a cabo una limpieza suave con productos de eficacia y tolerancia probadas. Para ello, están especialmente indicadas las leches limpiadoras o aceites relipidizantes.
La hidratación del rostro y del contorno de los ojos es fundamental, debido a que la sequedad cutánea es uno de los efectos secundarios más frecuentes tras la quimioterapia. Aquí es importante priorizar productos hipoalergénicos con un alto nivel de emoliencia.
También es aconsejable la aplicación de una mascarilla hidratante 1 o 2 veces por semana, y por supuesto nunca debe faltar una correcta protección solar. Los tratamientos oncológicos aumentan la sensibilidad de la piel frente a la radiación solar, debiendo limitar la exposición al sol tanto como sea posible.
Si sufres ciertas afecciones cutáneas o estás en tratamiento oncológico, el maquillaje corrector es una ayuda de la que te puedes beneficiar tanto a nivel físico como emocional. Debemos entender que estos productos, además del uso estético, tienen un aplicación médica.