Imponen pena máxima a madre e hijo por abuso y trato cruel de adolescente en Vargas - 800Noticias
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Nota de prensa MP

Ante la contundencia de la acusación presentada por el Ministerio Público, fueron condenados a 30 años de prisión, Carmen Elena Ojeda (60) y su hijo, Franklin José Villegas Ojeda (33), quienes admitieron su responsabilidad en el abuso sexual a una adolescente de 16 años.

El hecho fue denunciado el 12 de junio de este año ante la subdelegación Vargas del Cuerpo de Investigaciones Científicas, Penales y Criminalísticas (Cicpc).

En la audiencia preliminar, la fiscal 8ª auxiliar de esa jurisdicción, Liliana Orihuela, ratificó la acusación contra el hombre por los delitos de abuso sexual a niña, abuso sexual a adolescente en grado de continuidad, trato cruel, amenazas, violencia psicológica e incesto.

De igual forma, fue ratificada la acusación contra la sexagenaria por comisión por omisión de los delitos de abuso sexual a niña, abuso sexual a adolescente en grado de continuidad; trato cruel, amenazas y violencia psicológica.

Ante la admisión de hechos por parte de los acusados, el Tribunal 2° de Control del estado Vargas dictó la pena máxima para ambas personas, quienes cumplirán la sentencia en el Centro Penitenciario Región Capital Yare III, en el caso del hombre, mientras que su madre permanecerá en el Instituto Nacional de Orientación Femenina en Los Teques hasta tanto un juzgado de ejecución determine otro sitio de reclusión.

El citado día, un familiar de la víctima acudió a la sede del Cicpc para denunciar que un allegado había abusado sexualmente de su hija adolescente, cuyos hechos ocurrieron durante varios años en una vivienda ubicada en el sector Los Olivos de Catia La Mar.

Allí, Villegas Ojeda abusó de la joven desde su infancia, donde la maltrató física y psicológicamente, hasta dejarla en estado de gravidez.

Por esta razón, el hombre y su madre fueron detenidos por funcionarios de la policía científica el pasado 29 de junio y puestos a la orden del Ministerio Público.

Vale acotar que la mujer de 60 años tuvo conocimiento de lo que hacía su hijo y no denunció lo ocurrido.

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