IFEDEC: La crisis debe ser enfrentada con todas las fuerzas sociales
Nota de prensa
En un esfuerzo sostenido por buscar soluciones a los graves problemas que enfrentan los venezolanos, este jueves el IFEDEC desarrolló el foro «Diálogo social, justicia para el trabajador», donde el presidente del Instituto especializado en políticas públicas, Eduardo Fernández, destacó que América Latina está frente a un descontento social.
Fernández explicó que «la gente está sintiendo que no hay justicia social, que no hay equidad en la distribución de las riquezas y oportunidades. Son pocas las personas que tienen dinero, en Venezuela diríamos que son muy pocos los que tienen billetes verdes y son muchos los que no tienen como comprar la comida, a eso llamo calentamiento social».
Aseguró que «otros países han podido resolver sus problemas políticos y gozan de la democracia, han resuelto el problema económico y han logrado tener crecimiento, pero el problema social sigue jugando un papel importante. La gente reclama por tener lo indispensable para que los niños puedan tener con que alimentarse y gozar de igualdad de oportunidades».
En ese sentido lamentó que pese a que la Organización Internacional de Trabajo (OIT) que pertenece a las Naciones Unidas, promueve un diálogo social, en Venezuela no se puede realizar debido a que «el gobierno se empeña en destruir las organizaciones sindicales y no está dispuesto a participar constructivamente en la búsqueda consensuada de soluciones». «Hoy, los trabajadores no tienen con quien hablar».
Por su parte, Mercedes Malavé, destacó que los sectores empresariales, gobierno y empleados deben concesuar una politica salarial que permita la construcción de un modelo económico sustentable, que contribuya a generar crecimiento y justicia al mismo tiempo.
Para el expresidente de FEDECAMARAS y representante del Consejo de Administración de la OIT, Jorge Roig es urgente que se de un diálogo social, pero, a su juicio, no hay disposición por parte del Ejecutivo. «El ciudadano de a pie está pagando las consecuencias de un gobierno que no se habla con sus trabajadores y empleadores».