Hyperloop, el tren supersónico que correrá a 1.100 km por hora
Una persona que reside a 50 kilómetros de su trabajo, en promedio, debe sumar unas 3 horas de traslado a su rutina urbana. Se trata de unas 60 horas mensuales, 720 horas al año, lo que totaliza unos 30 días completos.
En un futuro que ya transcurre, entrará en circulación Hyperloop, un tren supersónico, capaz de recorrer 615 kilómetros, en unos 35 minutos, a una velocidad de 1.100 KM/h. El propósito es aprovecharlo en largos trayectos para unir dos ciudades, Los Angeles y San Francisco.
La primera persona que habló de Hyperloop fue el magnate Elon Musk –que preside la compañía aeronáutica SpaceX y PayPal– quien en 2013 imaginó un tren supersónico que fluctuaba en una cápsula magnética. Cuando parecía que la fantasía se convertía en una anécdota, un nuevo consorcio se hizo cargo del proyecto. Las obras ya están en marcha.
La primera fase incluye el diseño y adaptación, a cargo de la firma Argo Design. El tramo de prueba comprende una extensión de 8 kilómetros, en el que las cápsulas de aluminio viajan sobre unos tubos ubicados a unos 30 metros de altura, cerca de la ciudad de Quay Valley, en California y será completado en 2017. Un año más tarde comenzará a cortar boletos. La obra costará unos 100 millones.
“Nuestro acuerdo con Quay Valley es un hito importante en el avance del proyecto Hyperloop. Esta instalación nos permitirá demostrar todos los sistemas en una escala completa”, dice Dirk Ahlborn, presidente ejecutivo de Hyperloop Transportation Technologies (HTH).
El Hyperloop, al que Musk apoda “el quinto medio”, es una red de transporte única. En teoría, será tan rápida como un avión, más barato que un tren, disponible bajo cualquier condición meteorológica, completamente silencioso y no produce emisiones de carbono.
“Lo vemos como un sistema de subte en el que habrá varias estaciones conectadas” dice Dirk Ahlborn, presidente ejecutivo de HTH, quien considera a los trenes “una industria de dinosaurios”.
La contra que tiene esta compleja red que evitaría los embotellamientos y reduciría el número de vehículos en el trayecto, es que todavía nadie construyó algo semejante. Aunque en realidad funciona con la misma lógica de los viejos tubos neumáticos que recurren al aire comprimido para mover documentos en los edificios de oficinas.
El concepto sobre el que transita el Hyperloop son unos tubos rectos con un vacío parcial aplicado bajo sus vainas. Estas vainas contienen un ventilador eléctrico estimulado por un compresor que exhala aire a una alta presión desde la parte delantera a la trasera, creando un colchón de aire. El suministro eléctrico lo obtiene a través de una red fotovoltaica, que se instala a lo largo de los tubos donde se desplazarán las cápsulas. Desde el aspecto funcional, consistirá en un complejo sistema de vagones de aluminio que se desplazarán por un canal tubular. Cada módulo tendrá una capacidad para 28 pasajeros.
Para diseñar y trabajar en semejante proyecto, más de 200 ingenieros han contribuido a diseñar este prototipo, así como 25 estudiantes de arquitectura de la Universidad de California.