Huyendo de la crisis | Asesinan a puñaladas a maestro venezolano en Colombia

Agencias

Marco Antonio Salas Prato era docente venezolano en Educación Integral, natural del estado Mérida, donde dejó dos hijos, desde hacía un año estaba trabajando en Cúcuta, como organizador de eventos y fiestas.

Vivía arrendado, en el barrio El Páramo, avenida ocho, calle quince, en cuya habitación, sus vecinos observaban el flujo de hombres que entraban y salían en su compañía.

Para sus vecinos todo era normal la noche del pasado martes, porque Salas acostumbraba a entrar con hombres y nada levantó sospechas de que algo malo estuviera ocurriendo en la pieza, ubicada en una casa de la avenida 8 con calle 15.

Ni siquiera ruidos extraños ni gritos se escucharon alrededor, por lo que todo transcurrió como de costumbre. Sin embargo, los acompañantes de la víctima, también con acento venezolano, salieron la madrugada del miércoles del lugar, sin dejar ningún rastro.

Con el pasar de las horas, los inquilinos de la casa echaron de menos a Marco Antonio, a quien no veían desde las 10 de la noche de ese martes, cuando entró con los desconocidos.

A la medianoche del miércoles, cuando intentaron percatarse si Salas estaba en su habitación, hallaron una macabra escena en el lugar.

Marco Antonio, quien era docente en Educación Integral, fue asfixiado. El cadáver quedó en la cama, semidesnudo, bocabajo, amarrado de pies y manos, con un cable, y amordazado. El cuerpo estaba envuelto en una sábana. La habitación fue revolcada totalmente.

Trascendió que Salas Prato era miembro de la comunidad LGTBI, Hace tres meses fue a visitar a su familia y regresó a la capital de Norte de Santander para continuar con su trabajo. No se descarta que el hecho sea producto del robo de un dinero que Marco Antonio tendría en su habitación. A la víctima tampoco le fue encontrado su teléfono celular.