Huawei asfixiado por la falta de acceso a componentes
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¿Tienes un celular de Huawei en la mano? Cuídalo mucho. En los próximos años podría ser en un raro objeto fuera de China.
El fabricante de teléfonos celulares, que en algún momento fue la segunda compañía que más smartphones vendía en el mundo, se verá obligado a recortar su producción drásticamente en 2021. Una disminución que Financial Times sitúa en torno al 60%.
Si a finales de 2019, Huawei ocupaba el tercer puesto por detrás de Samsung y Apple, un año después la compañíaretrocedió hasta el quinto lugar,mientras Apple se ha hecho con el primer puesto, según datos de la firma de análisis Gartner.
El gigante chino sufrió una fuerte caída de las ventas de teléfonos inteligentes del 41% en el último trimestre del año pasado debido a las sanciones impuestas por el gobierno de EE.UU. en el marco de la guerra comercial con China y a otros factores globales de igual relevancia.
Los teléfonos de la marca china se vieron obligados a retirar tanto las aplicaciones como el sistema operativo de Google debido a las restricciones comerciales impuestas por Estados Unidos en 2019.
Y en un mercado de feroz competencia y con unos clientes acostumbrados a Android -el sistema operativo de Google-. los resultados empiezan a reflejar la falta de acceso a las populares aplicaciones como Google Maps, YouTube o Play Store.
Con la prohibición del gobierno de EE.UU. también se cortó el acceso a tecnología clave de origen estadounidense, lo que afectó su capacidad para diseñar sus propios chips y a obtener componentes de proveedores externos.
Sin acceso a componentes clave
También la pérdida de acceso a componentes clave de fabricantes estadounidenses para la fabricación de teléfonos, como AMD, Intel, MediaTek, Micron Technology, Microsoft, Qualcomm, Samsung, SK Hynix o Sony, están haciendo mella en la división de smartphones de Huawei.
«Cualquier empresa en cualquier lugar del mundo que diseñe o fabrique chips para Huawei y que esté utilizando equipo o software estadounidense para hacerlo, necesita obtener una licencia del gobierno estadounidense», explica Fabrice Jacob, CEO de JK Capital Management.
Esta medida de Estados Unidos obligó al gigante chino a reorganizar su cadena de suministro y significó en la práctica cambiar sobre la marcha los planes de fabricación de muchos modelos, pese a que algunos de estos proveedores si lograron permiso del Departamento de Estado.
Gracias a sus componentes almacenados, Huawei logró ser el mayor fabricante de teléfonos móviles del mundo en el segundo trimestre de 2020, pero desde entonces la firma ha ido perdiendo terreno.
«Todos los fabricantes de chips, incluyendo el mayor de la industria, TSMC -de origen taiwanés-, utilizan equipos estadounidenses, y algunos de estos, como los fabricados por Applied Material, Lam Research o KLA-Tencor, no tienen competencia extranjera«, añade Jacob.
En este entorno, Huawei decidió en noviembre de 2020 vender su marca de celulares más económica -Honor- a un consorcio de más de 30 empresas chinas en un intento por ayudar a la firma a recuperar el acceso a componentes y piezas críticos sujetos a las restricciones de EE. UU.
Según el periódico japonés Nikkei, Honor habría conseguido reestablecer las relaciones comerciales con proveedores clave.
También los equipos 5G
Pero el analista de JK Capital cree que la prohibición también afecta a otra división de Huawei, la que es responsable de los equipos de telecomunicaciones, que compite con Nokia, Ericsson y con Samsung Electronics, para hacer equipos de red usando 4G y 5G.
«Estos equipos 5G necesitan otros chips que sólo se fabrican en Estados Unidos», dice.
Xiadong Bao, gestor de fondos en Edmond de Rothschild AM, añade que es probable que el veto estadounidense también esté afectando a su negocio de equipos de telecomunicaciones.
«Tendrán un coste más elevado y un rendimiento y eficiencia energética inferiores a los de la competencia. El resto de negocios de hardware, como el PC, el router y el portátil, también verán una oferta de productos menos competitiva debido a la falta de componentes clave de nueva generación», afirma.
«La viabilidad comercialde tener un negocio de teléfonos inteligentes ya no existe», dice refiriéndose a la división de celulares.
En el lado positivo, cree, esto obliga a Huawei a transformar su modelo de negocio en otras áreas como el software, la conducción autónoma, la videovigilancia con un énfasis en su mercado nacional chino y algunos mercados internacionales limitados.
Porque si quedaba alguna esperanza de que el nuevo presidente de Estados Unidos, Joe Biden, relajara parte de las medidas, los analistas creen que no tiene intención de cambiar en lo esencial, por más que quiera suavizar la retórica contra Pekín.
De hecho, a principios de febrero la candidata del presidente Biden a secretaria de Comercio, Gina Raimondo, dijo que «no ve ninguna razón» para levantar las restricciones comerciales a Huawei.
«El problema aquí no es que haya problemas con nuestra calidad o experiencias con los productos Huawei. No es un campo de juego nivelado para Huawei, ya que Huawei está atrapado entre las tensiones geopolíticas», le dijo un portavoz de la compañía a la BBC el pasado mes de febrero.
Con información de BBC