HRW reclama que el derrocado Al Bashir sea transferido a La Haya
EFE
La organización internacional Human Rights Watch (HRW) reclamó este jueves que la junta militar que gobierna Sudán demuestre su compromiso con los «derechos humanos y la justicia» y transfiera la custodia del derrocado Omar al Bashir a la Corte Penal Internacional (CPI) de La Haya para que sea juzgado.
Asimismo, el observatorio de derechos humanos pidió que la comunidad internacional presione a la junta, a fin de materializar tanto la entrega de Al Bashir como de otros sospechosos de crímenes de guerra sudaneses con órdenes de arresto pendientes.
«Las noticias de la detención de Al Bashir suponen un nuevo giro en los eventos que se desarrollan en Sudán y refuerzan la petición de justicia y de rendición de cuentas de los manifestantes», señaló Jehanne Henry, directora asociada de HRW para África, según un comunicado de la organización.
«Los países de la CPI deben usar todos los avances en Jartum para asegurar la rendición de los fugitivos de la CPI ante la corte de La Haya (Países Bajos) y tomar medidas para abordar las décadas de represión y de abuso», continuó Henry.
Aunque desde que la junta militar asumió el poder se han visto cambios y se ha liberado a muchas de las personas que habían quedado detenidas sin cargos desde que comenzaron las protestas en Sudán, en diciembre de 2018, las nuevas autoridades aún no han dejado claros sus planes para las figuras claves del régimen depuesto.
Por el momento, la junta no ha aceptado transferir a Al Bashir a La Haya, sino que ha expresado preferencia por que sea juzgado localmente.
El exlíder sudanés tiene una orden de arresto pendiente por cargos de genocidio, crímenes contra la humanidad y crímenes de guerra ante la CPI, relativos a ataques contra civiles en el año 2002.
Junto a él, según HRW, también hay órdenes de arresto contra otras cuatro figuras destacadas sudanesas: Ahmed Haroun (exgobernador y exlíder del Partido del Congreso Nacional), Abdulraheem Mohammed (exministro de Defensa) Hussein, Ali Kosheib (líder miliciano) y Abdallah Banda Abakaer (líder del grupo rebelde Movimiento de Justicia e Igualdad).
El Ejército sudanés derrocó a Al Bashir el pasado 11 de abril, después de 30 años al mando, en el contexto de unas protestas multitudinarias que aún continúan en las calles de Jartum para presionar a los militares para entregar el poder a una autoridad civil.
Las nuevas autoridades, sin embargo, han anunciado que se mantendrán en el poder por un periodo de dos años, aunque ya han iniciado un proceso de diálogo con los partidos políticos para preparar la transición política en el país.