HRW lamenta sanciones del Gobierno chino y pide respeto a DDHH en Hong Kong
EFE
La organización Human Rights Watch (HRW) lamentó hoy las «sanciones no especificadas» que le ha impuesto el Gobierno chino por su supuesta injerencia en las protestas en Hong Kong y pidió a Pekín que respete el derecho de los hongkoneses a votar y a presentarse a unas elecciones.
China aumentó el lunes sus sanciones a ONG estadounidenses -sin especificar en qué consisten- y prohibió la escala de buques y aeronaves militares estadounidenses en Hong Kong después de que EEUU aprobase sendas leyes de apoyo a las protestas hongkonesas.
La portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores chino Hua Chunying afirmó ayer que «muchos hechos y pruebas» demuestran que varias ONG «apoyan a las fuerzas anti-Çhina» en Hong Kong y «les animan a comprometerse en actos criminales extremadamente violentos y en actividades separatistas».
En respuesta, la organización refrendó hoy su independencia y aseguró que «no recibe fondos de ningún Gobierno» y que «ha pedido siempre a los manifestantes hongkoneses y a las personas que se oponen a ellos que se abstengan de recurrir a la violencia».
«HRW ha pedido reiteradamente a las autoridades hongkonesas que no utilicen una fuerza excesiva o ilegal para reprimir las protestas pacíficas, y que establezcan una comisión independiente para investigar el uso excesivo de la fuerza por parte de la Policía local», afirmó hoy el director ejecutivo de la organización, Kenneth Roth.
Según Roth, el Gobierno chino debería «hacer cumplir los derechos del pueblo de hongkonés de poder votar y de poder presentarse a elecciones» en lugar de «apuntar contra una organización que busca defender los derechos humanos de los hongkoneses».
En cualquier caso, la portavoz china no aclaró qué tipo de sanciones se enfrentarán las ONG sancionadas -además de HRW, se encuentran la Fundación Nacional para la Democracia, el Instituto Nacional Demócrata para los Asuntos Internacionales, el Instituto Republicano Internacional y la Freedom House-, que operan desde Hong Kong ya que tienen prohibida su actividad en la China continental.
«Ellas cargan con importantes responsabilidades en el caos en Hong Kong y se merecen ser sancionadas y pagar el precio», aseveró ayer Hua.
El precio a pagar podría ser que se le negara la entrada a Hong Kong al personal de esas organizaciones y que se limitase su actividad en la ciudad, añadió el diario oficial chino Global Times.