Hoy se celebran 106 del descubrimiento de Machu Picchu
Agencias
Hiram Bingham, un profesor de historia norteamericano, se mostró interesado en encontrar los últimos reductos incas de Vilcabamba. El 24 de julio de 1911, es conocido como el ”descubrimiento” de la famosa ciudadela del Machu Picchu. Tesoro arquitectónico que había permanecido oculto por más de cuatro siglos bajo la naturaleza del Urubamba.
Bingham encontró a dos familias viviendo allí: los Recharte y los Álvarez, quienes usaban los andenes del sur de las ruinas para cultivar y bebían el agua de un canal inca que aún funcionaba y que traía agua de un manantial.
Bingham quedó muy impresionado por lo que vio y gestionó los auspicios de la Universidad de Yale, la National Geographic Society y el gobierno peruano para iniciar de inmediato el estudio científico del sitio. Con la ayuda del ingeniero Ellwood Erdis, el osteólogo George Eaton, Toribio Recharte, Anacleto Alvarez y un grupo de trabajadores anónimos de la zona, Bingham dirigió trabajos arqueológicos en Machu Picchu en 1912 hasta 1915 período en el que se despejó la maleza y se excavaron tumbas incas en los extramuros de la ciudad. La “vida pública” de Machu Picchu empieza en 1913 con la publicación de todo ello en un artículo en la revista de la National Geographic.
Pese a que Bingham no es reconocido como el descubridor de Machu Picchu. tuvo el mérito de ser la primera persona en reconocer la importancia de las ruinas, estudiándolas con un equipo multidisciplinario y divulgando sus hallazgos.
El área edificada en Machu Picchu es de 530 metros de largo por 200 de ancho e incluye al menos 172 recintos. El complejo está claramente dividido en dos grandes zonas: la zona agrícola, formada por conjuntos de terrazas de cultivo, que se encuentra al sur; y la zona urbana, que es, por supuesto, aquella donde vivieron sus ocupantes y donde se desarrollaron las principales actividades civiles y religiosas. Ambas zonas están separadas por un muro, un foso y una escalinata, elementos que corren paralelos por la cuesta este de la montaña.63
Una parte apreciable de las ruinas que se pueden ver en la actualidad son en realidad reconstrucciones recientes, como se aprecia al comparar las imágenes obtenidas en la década de 1910 con las actuales.