«Hoy no es un día para celebrar», dice opositora Alianza Cívica de Nicaragua
Fuente: EFE
La Alianza Cívica por la Justicia y la Democracia de Nicaragua, que se opone al Gobierno de Daniel Ortega, afirmó que «hoy no es un día para celebrar», en referencia a la fiesta sandinista prevista para este jueves en medio de la crisis que deja ya más de 350 muertos en el país.
«Hoy no es un día para celebrar. Hoy haremos silencio en honor a nuestros hermanos. Seguiremos nuestra lucha cívica y pacífica hasta que el Gobierno nos deje de matar, nos deje de apresar y nos deje ser libres. #SOSNicaragua», publicó la Alianza, en sus redes sociales.
La celebración por el aniversario 39 de la revolución que derrocó la dictadura de Anastasio Somoza está prevista para la tarde de este jueves y se prevé que la encabece Ortega.
Los integrantes de la Alianza repudiaron hoy además la represión gubernamental que en 3 meses ha dejado a «más de 350 nicaragüenses asesinados, más de 2.000 heridos, más de 300 desaparecidos y cientos de presos políticos».
La Alianza Cívica, integrada por empresarios, estudiantes, campesinos y miembros de la sociedad civil, es la contraparte en el diálogo nacional con el Gobierno de Ortega y que tiene como mediadores a los obispos de la Conferencia Episcopal de Nicaragua.
La semana pasada la Policía Nacional arrestó al representante de los campesinos en el diálogo, Medardo Mairena, junto con el líder rural Pedro Mena, a quienes acusó de terrorismo; y este miércoles fue detenida la líder de los comerciantes, Irlanda Jerez.
La Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) y la Oficina del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) han responsabilizado al Gobierno de Nicaragua por «asesinatos, ejecuciones extrajudiciales, malos tratos, posibles actos de tortura y detenciones arbitrarias cometidos en contra de la población mayoritariamente joven del país».
El diálogo nacional se encuentra suspendido debido a que el Gobierno no ha garantizado las condiciones para que continúe, según los obispos, que recientemente fueron agredidos físicamente por grupos oficialistas.
Nicaragua atraviesa la crisis sociopolítica más sangrienta desde la década de los años de 1980, también con Ortega siendo presidente.
Las protestas contra Ortega se iniciaron el 18 de abril, por unas fallidas reformas a la seguridad social y se convirtieron en un reclamo que pide la renuncia del mandatario, después de once años en el poder, con acusaciones de abuso y corrupción en su contra.