Hospital holandés investiga posible inseminación errónea de 26 mujeres
El Mundo
El hospital UMC de Utrecht (Holanda) investiga una posible confusión en su programa de reproducción asistida. Al menos 26 parejas pueden haber sido inseminadas con el esperma del hombre equivocado. Lo que significa que pueden estar embarazadas o haber tenido ya un hijo de alguien distinto al que es su pareja.
En alguna parte de ese proceso, el UMC reconoce haber fallado y que es posible que haya inseminado con los espermas erróneos o introducido los embriones equivocados en la mujer equivocada. El hospital de Utrecht intenta quitarle hierro al asunto y dice «que es poco probable» que todas esas parejas sean víctimas de este error, aunque reconoce que «no es imposible». Todas esas mujeres han acudido al centro médico para conseguir un embarazado asistido porque no son fértiles o lo son, pero con dificultades para lograr un embarazo.
En declaraciones a la agencia NOS, un portavoz del hospital tildó lo ocurrido de «error humano». Se utilizó una herramienta ya usada en otro caso para el mismo propósito. «El esperma de un tratamiento previo estaba aún en la herramienta y puede haber terminar en la fecundación de los óvulos en los siguientes casos», explica. Aunque aseguran que el procedimiento se detuvo hace unas semanas, tras descubrir que se estaba cometiendo el error.
La mitad de las 26 mujeres que recibieron el tratamiento durante el último año han logrado quedarse embarazadas, o incluso han dado a luz. Los otros 13 embriones siguen congelados, pero hay riesgo de que los óvulos no hayan sido fertilizados por el esperma del padre previsto. Por lo que está en manos de las parejas decidir si seguir adelante con el proceso, o volver a intentarlo desde cero. Este tratamiento se realiza bajo anestesia local y la tasa de éxito es de entre 15% y 25%.
El hospital inició ya una investigación e informó a las parejas involucradas sobre todo lo que está pasando, así como a la inspección de Sanidad. También se ha comprometido a atender a cada una de las parejas y adaptarse a todas sus exigencias. Esto incluye pruebas de ADN para las parejas que decidan someterse a ello. Para las parejas cuyos embriones están aún congelados, pueden decidir si quieren retomar el proceso o iniciarlo de nuevo, sin costo alguno. Aunque si con el costo psicológico que supone un tratamiento de este tipo.