Honduras envía a Colombia más de 2 toneladas ayuda humanitaria para Venezuela
EFE
El Gobierno de Honduras envió este viernes a la ciudad colombiana de Cúcuta más de dos toneladas de ayuda humanitaria para Venezuela, entre elementos básicos de higiene personal y kits de asistencia para adultos mayores.
Así lo informó la Cancillería colombiana, que detalló en un comunicado que la asistencia contiene «insumos para recién nacidos como pañales, biberones, talco, toallas húmedas y sanitarias, cepillos para lavar biberones, vaselina, papel higiénico, jabón de ropa y baño, pasta y cepillos dentales, platos y detergente».
Esa ayuda humanitaria, agregó la información, llegó al aeropuerto Camilo Daza de Cúcuta, capital del departamento de Norte de Santander, en aviones de la Fuerza Aérea de Honduras.
Según las autoridades, hasta el momento son más de 400 toneladas de alimentos, kits de aseo y suplementos alimenticios los que han llegado a Colombia y que están almacenadas en el puente fronterizo de Tienditas, que conecta a Cúcuta con la ciudad venezolana de Ureña.
El puente, una de las promesas de la integración entre los dos países y el tercero entre Cúcuta y ciudades venezolanas, fue concluido a principios de 2016, apenas meses después de que Nicolás Maduro ordenara el cierre de la frontera común, por lo cual la estructura no ha sido inaugurada.
El sábado pasado, centenares de personas intentaron ingresar toneladas de ayuda a Venezuela desde los pasos fronterizos de Cúcuta, lo que provocó desmanes en los puentes y razón por la que los tres puntos que hay en esa ciudad colombiana permanecen cerrados.
Cúcuta está comunicada por el puente internacional Simón Bolívar con la ciudad venezolana de San Antonio, en el estado Táchira.
El puente Francisco de Paula Santander une a Cúcuta con la localidad de Ureña, al igual que el de Tienditas.
Según las autoridades colombianas son en promedio 35.000 personas las que cruzan cada día la frontera, algunas para abandonar definitivamente Venezuela y otras para conseguir productos de primera necesidad que en su país son un lujo.
Es por eso que ríos de personas se siguen abocando desde el lunes a las «trochas», pasos ilegales por donde normalmente operan bandas criminales, a la espera de la reapertura de los pasos fronterizos.