Holanda, en alerta por las tensiones e incidentes entre su comunidad turca
EFE
El aumento de las tensiones a raíz del intento de golpe de Estado en Turquía dentro la comunidad turca en Holanda, una de las más numerosas en Europa, ha desembocado en violentos incidentes y amenazas, que han puesto en alerta a la sociedad y las autoridades holandesas.
Las movilizaciones de grupos de origen turco en defensa del Gobierno del presidente turco, Recep Tayyip Erdogan, derivaron en numerosos actos violentos contra organizaciones sospechosas de tener vínculos con el predicador islamista Fethullah Gülen, a quien las autoridades turcas culpan de estar detrás del fallido golpe militar del pasado 15 de julio.
Desde entonces, han venido sucediéndose diversos incidentes de esta índole en varias ciudades holandesas, entre ellos ataques vandálicos contra los edificios de estas organizaciones y asociaciones, amenazas a personas e incluso ataques incendiarios contra las oficinas de entidades supuestamente gülenistas.
La portavoz del movimiento Gülen en Holanda ha denunciado ante los medios holandeses la «cultura del miedo» y la posibilidad de una futura «ola de violencia» al acabar las vacaciones.
Según indicó a Efe la embajada turca en La Haya cuenta con 400.000 ciudadanos turcos residentes en este país.
Un ciudadano turco-holandés que se declara políticamente contrario tanto a Erdogan como a Gülen relató a Efe bajo condición de anonimato que muchos como él «están asustados» por la tensión.
El Gobierno holandés ha confirmado los incidentes y el primer ministro, Mark Rutte, señaló que las «tensiones en otras partes del mundo no deben servir de justificación para las amenazas y el vandalismo en Holanda».
Un portavoz del Ministerio de Justicia y Seguridad holandés declaró a Efe que «la libertad de expresión y el derecho a protestar son una parte esencial de nuestra sociedad, pero la violencia, la intimidación y la amenaza no lo son», a la vez que animó a denunciar incidentes de este tipo a la Policía.
El portavoz reconoció que el Ejecutivo holandés no se ha reunido con organizaciones turcas para tratar de buscar soluciones a estas tensiones, pues «los municipios son los responsables principales de mantener el orden público en Holanda».
En este sentido, funcionarios del Gobierno central se han reunido con autoridades locales y la Policía para «compartir las mejores prácticas», indicó.
La socióloga Mieke Maliepaard, de la Universidad de Utrecht, precisó a Efe que en cualquier caso los desórdenes registrados no parten de una amplia mayoría de la comunidad turco-holandesa y que muchos de ellos se han pronunciado en contra.
La experta en minorías destacó que «los vínculos con Turquía todavía son fuertes» en esta comunidad.
Esta fuerte identidad turca no se limita a aquellos nacidos en Turquía y emigrados a Holanda, sino que también está arraigada en la segunda generación, de acuerdo con Maliepaard.
Factores como la cuestión identitaria, los vínculos personales con Turquía, la red de mezquitas que dirige en Holanda Diyanet (el Directorado turco de religión) y la posibilidad de acceder a los medios turcos por internet, puede explicar la fuerte implicación social y política con lo que ocurre en su país de origen, señaló.
«Se mantienen apegados a su propia cultura y sus propios hábitos, se apoyan los unos a los otros y van a sus propias tiendas, restaurantes y mezquitas», analizó el ciudadano turco-holandés.
En los días posteriores al fallido golpe de Estado «hubo mucha propagada» desde uno y otro lado, añadió.
El pasado 25 de julio, el embajador turco en Holanda, Sadik Arslan, afirmó que Ankara también quiere actuar en el extranjero contra organizaciones vinculadas presuntamente Gülen y dijo esperar solicitudes de ayuda del Gobierno turco a La Haya.
El portavoz de la embajada turca en Holanda se limitó a indicar a Efe que se trata de un asunto de «orden interno» que deben abordar la autoridades holandesas.
Recalcó que en cualquier caso no se ha encontrado aún los responsables de los incidentes, por lo que «todavía no se puede sacar conclusiones».
La postura oficial de la embajada turca es pedir a sus ciudadanos que actúen «dentro del marco de la ley», así como la condena de todo tipo de violencia. EFE