#HistoriasDeMigrantes | Emprendedores venezolanos se abren paso en Panamá
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La pandemia del coronavirus ha trastocado la vida de los seres humanos en todo el planeta y ha catapultado las finanzas de muchas empresas que se han visto obligadas a reducir sus nóminas y reinventarse para no quebrar.
Los migrantes venezolanos no escapan a esta dura realidad que hoy afrontan de pie, porque si de algo podemos estar orgullosos es que nos crecemos ante las dificultades, nos secamos las lágrimas y seguimos adelante, porque no hay obstáculo que logre derribarnos y limitar nuestros sueños. No nos rendimos, y de eso pueden dar fe los países que nos han cobijado cuya economía ha mostrado el fruto del esfuerzo y el sacrificio de quienes no le tienen miedo al trabajo.
Learlex Nathaly Reyes Rojas y Lawaner Regnault Ovalles, venezolanos emprendedores en Panamá
Es que definitivamente, el talento venezolano que ha emigrado sale con patente de corso capaz de soportar las dificultades aunque tenga el corazón partido por estar lejos de su familia.
Hoy le queremos contar la historia de dos hermanos venezolanos que salieron de nuestro país en búsqueda de una mejor calidad de vida. Ellos son Learlex Nathaly Reyes Rojas y Lawaner Regnault Ovalles.
Conversamos con Nathy, esposa y madre a tiempo completo. Nos cuenta su historia y la de su esposo, Lawaner, chef profesional. Poco a poco han ido forjando un camino propio, con mucho esfuerzo y sacrificio, con dos hijos y muchos sueños por cumplir en un país que hoy consideran su segundo hogar.
“Hace cinco años llegamos a Panamá, con las manos vacías, dormíamos en el piso en una casa alquilada. Al principio, a mí como maestra no me fue bien, por lo tanto decidí buscar en otra área y así fue como conseguí empleo en un reconocido hotel de la capital, ocupando un cargo de bajo perfil hasta que fui ascendiendo y obtuve el puesto de gerente de eventos sociales”.
“Al igual que mi esposo, he logrado desarrollar una carrera e ir escalando posiciones. Hoy en día él es chef de banquete en otro hotel de la ciudad. Hemos ido avanzando en un proyecto personal con una fábrica artesanal de salsas, pastas frescas y proteínas empacadas al vacío, todo esto se ha logrado con responsabilidad, perseverancia, esfuerzo y mucha humildad”, destaca.
-¿A quién dejaste en Venezuela?
-A toda a mi familia, llegamos aquí los tres y hoy en día somos cuatro.
Nathy tiene dos hijos, una hembra y un varón que nació hace un año en Panamá.
-¿Cómo los han tratado en Panamá?
-Excelente, mi otra mitad del corazón pertenece a mi Panamá.
-¿Han sido víctimas de xenofobia?
-No gracias a Dios, es como todo, a nadie le gusta que hablen mal de su país o donde viven. El panameño es noble, de buen corazón y cuando te lo ganas es un tesoro encontrado. Sin duda, hay xenofobia, como en otros países, pero tú aprendes que en boca cerrada no entran moscas.
-¿Piensan volver cuando mejore la situación de Venezuela?
-Claro que sí, a invertir, a levantar nuestro país.
-¿Cómo los ha afectado la pandemia?
-Bueno, la vida nos cambió, tenemos cinco meses sin empleo, con contrato suspendido. Dios siempre es bueno, a los días grises los pinta de colores.
-¿Qué mensaje le quisieras dar a los venezolanos emprendedores como ustedes que también tuvieron que dejar su país para echarle pichón afuera y salir adelante?
-Nunca dejen de creer en sus sueños, nada es imposible, persistir y resistir, con las piedras que se consigan en el camino hagan un castillo.
El haber sido cesados en sus trabajos no los amilanó, unieron sus conocimientos y talentos para crear una empresa gastronómica con productos de excelente calidad. También distribuyen comidas a empresas y particulares, un negocio que por cierto ya comenzó a dar sus frutos porque cuando las cosas se hacen con amor, el éxito está garantizado. Los pueden contactar por @elcompakitchenpty y @lasuiza3 en Instagram.
Si eres migrante venezolano y quieres compartirnos tu testimonio, escríbenos por favor a nuestro correo saladeredaccion@800noticias.com. Nos encantaría apoyarte y contarle al mundo tu historia.
