Hijo de Woody Allen lo defiende y acusa a su madre, Mia Farrow, de abuso
EFE
Moses Farrow, uno de los hijos del cineasta Woody Allen y la actriz Mia Farrow, negó este jueves que su padre abusara sexualmente de su hermana Dylan cuando era niña, y en su lugar afirmó que la figura abusiva en la casa era su madre.
En un blog, Moses explicó que no podía «quedarse callado» mientras condenan a su padre por «un crimen que no cometió» y que comparte ahora su historia a la espera de que «la verdad tenga un juicio justo».
La acusación de Dylan Farrow contra su padre salió a la luz en 1992, en medio de la tormentosa separación de Allen y Farrow, pero la justicia decidió no procesar al cineasta tras una investigación, y desde entonces él ha negado las alegaciones.
Dylan, hoy de 32 años, reafirmó la acusación en 2014 y dio el pasado enero su primera entrevista en televisión sobre el tema, en medio de la cascada de casos de agresión sexual en Hollywood y el impulso de los movimientos contra el acoso «Me too» y «Time’s Up».
Según relata Moses sobre el supuesto día de los hechos, el 4 de agosto de 1992, Mia Farrow llevaba un tiempo «furiosa» porque sabía sobre la relación que mantenían el cineasta y su hija adoptiva, Soon-Yi, entonces de 21 años, y con la que se acabó casando.
Ese día había cinco niños y tres adultos en la casa y «nadie habría dejado que Dylan saliera con Woody» de la sala de televisión, por lo que «la narrativa tuvo que cambiarse» al ático.
Negó que allí hubiera un tren eléctrico, que ella alega haber observado durante el abuso, porque además el ático era un «entrepiso sin acabar», con clavos, tarimas y fibras de vidrio al aire donde no había espacio.
«Durante meses, (Mia) había estado taladrándonos la cabeza como si fuera un mantra: Woody era «malvado», «un monstruo», «el demonio», y Soon-Yi estaba «muerta para nosotros», recuerda el hoy terapista y fotógrafo de 40 años de edad.
Moses subraya que Mia intentaba proyectar una imagen de hogar feliz con sus hijos biológicos y adoptados, algunos de ellos con discapacidades, pero entre esas cuatro paredes «la realidad era muy diferente».
Así, asegura haber visto a «hermanos, algunos ciegos o discapacitados físicamente, siendo tirados por una escalera, lanzados a una habitación o armario, y después encerrados con llave desde fuera», entre los cuales Soon-Yi era una «frecuente cabeza de turco».
«Para todos nosotros, la vida bajo el techo de mi madre era imposible si no hacías exactamente lo que se te decía, sin importar cuán cuestionable era la petición», destaca.
Dylan Farrow reaccionó al texto de su hermano con un mensaje en Twitter y lo tachó de «intento de desviar una alegación creíble de una mujer adulta» y parte de un «esfuerzo más grande» para descreditarla y distraer del tema.
Por su parte, el hermano pequeño de ambos, el periodista Ronan Farrow, que comparte un Pulitzer con The New York Times por destapar los casos de abuso en Hollywood, se posicionó del lado de Dylan y destacó el «trabajo extraordinario» de Mia como madre, que «obtuvo la custodia única para proteger» a sus hijos de Allen.
«Todos crecimos con ofertas de él (Allen) para hablar contra nuestra madre a cambio de apoyo», declaró Ronan, de 30 años, quien señaló que las alegaciones de su hermana están respaldadas por «evidencias creíbles, incluyendo pruebas físicas y testigos de abuso».