¿Has ido ya al oftalmólogo? | Repaso a las enfermedades visuales
EFE
También es importante el factor genético -la predisposición familiar- y también la miopía, sobre todo las altas. Si consideramos que gran parte de las miopías son hereditarias, eso ya en sí mismo es un factor de riesgo.
En estos casos el tiempo es importante porque hay que poner la retina en su posición y restablecer la función del ojo lo antes posible. Si no se hace así puede haber una pérdida visual importante y definitiva.
Con respecto a las señales de alerta, cabe resaltar que el desprendimiento de retina no duele. Los signos que pueden alertar de que algo no va bien es ver puntitos negros flotando delante del ojo -como si fueran mosquitas- y destellos luminosos.
En esos casos conviene hacer un examen cuidadoso de la retina para determinar si se trata de un desprendimiento. En caso de confirmarse se realiza una operación y la recuperación de la vista es bastante buena. Ahora bien, si no se solicita atención inmediata, la pérdida de visión de ese ojo puede ser definitiva.
El glaucoma
El doctor José Isidro Belda, jefe del Servicio de Oftalmología del Hospital de Torrevieja y miembro de APOE explica las claves de esta enfermedad.
El glaucoma es una lesión irreparable del nervio óptico generalmente producida por un aumento de la presión intraocular. Es la segunda causa de ceguera en el mundo según datos de la OMS, que estima que en el año 2020 se alcanzarán los 76 millones de personas con esta enfermedad y en 2040 los 110.
Esto se debe, en primer lugar, al envejecimiento de la población, dado que el glaucoma es una enfermedad que se relaciona con la edad, y por otro lado a la detención precoz, que aumenta la prevalencia porque se conocen antes los nuevos casos.
En cuanto a los factores de riesgo, el principal es genético, familiar. Luego hay otros como la edad, la presencia de diabetes o en aquellos pacientes que tienen miopías altas o han tenido algún traumatismo en los ojos.
Es una enfermedad asintomática en la que el diagnóstico temprano y el tratamiento adecuado son clave. Aquí entran en juego las visitas al oftalmólogo. Una persona que tenga antecedentes familiares, por encima de los 30 años, debería acudir una vez al año a hacerse una revisión. En personas sin riesgo genético, deben acudir a partir de los 45, puesto que a partir de esa edad suele aumentar la prevalencia de glaucoma.
El problema del glaucoma es que es difícilmente prevenible, se le conoce como la ceguera silenciosa porque el paciente no nota la pérdida de visión hasta que está en un estado muy avanzado. No hay ningún factor externo que se haya relacionado con el glaucoma, pero seguir unos hábitos de vida saludables hace que en el caso de que aparezca sea mucho menos grave.
Se trata con unas gotas, aunque también se puede realizar cirugía para bajar la presión intraocular y evitar la progresión de la enfermedad.
Los defectos refractivos: miopía, hipermetropía y astigmatismo
Así los explica el doctor Alberto González Costea, miembro de APOE:
Se trata de una condición del ojo que causa un desenfoque, es decir, las personas que no consiguen ver bien de lejos, de cerca o en varias distancias.
La miopía nos hace ver mal de lejos; la hipermetropía nos hace ver mal de cerca pero también, si se da en una intensidad alta, de lejos; y el astigmatismo puede afectar a la visión de cerca o de lejos, en este caso el ojo en vez de ser como una esfera o un balón de fútbol, tiene forma de balón de rugby, con uno de sus lados mucho más curvo que el otro.
La miopía en España era como en toda la zona Europea de entorno a un 26-28% aunque está subiendo y, según los estudios, un 50% de la población mundial será miope en 2050.
Esto se asocia con el sedentarismo, con que cuando hemos dejado de hacer actividades al aire libre, sobre todo en la primera infancia. Los niños pasan muchas horas haciendo uso de la visión de cerca con los dispositivos electrónicos y también puede influir la privación del sol.
Los oftalmólogos recomendamos que los niños desde la edad de 2 años no hagan uso excesivo de la visión de cerca con tablets y con móviles y que pasen un par de horas siempre jugando al aire libre.
La primera revisión debería hacerse entre los 2 años y medio de edad y los cuatro, sobre todo si hay padres con defectos refractivos importantes. Tenemos que saber que a partir de los 7 u 8 años de edad ya es irresoluble.
La cirugía refractiva, se trata de una técnica muy consolidada que se puede realizar siempre que el ojo esté sano y se tenga la graduación estable, pero hay otras. En pacientes jóvenes que tienen demasiadas dioptrías o la córnea irregular, implantamos lo que se llama lentes fáquicas por detrás del iris.
En el caso de aquellos que sobrepasan los 50 años y tienen un defecto en la visión de lejos o presbicia -aparece con la edad y afecta en la visión de cerca- podemos implantar unas lentes multifocales. La diferencia es que en el anterior se mantiene el cristalino y en este se quita y se sustituye por la lente.