Harry y Meghan, hacia la reconciliación familiar
Agencias
Los duques de Sussex, Harry y Meghan, se unieron el jueves al acto inaugural del Jubileo de Platino de Isabel II en el centro de Londres, tras aterrizar en la capital británica el día anterior con sus dos hijos, Archie y Lilibet.
La pareja asistió al tradicional desfile ceremonial del cumpleaños oficial de la monarca, el vistoso Trooping The Colour, como invitados de alto rango, pero sin las obligaciones ni los privilegios de los miembros activos de la familia real. Correspondió a su padre Carlos, acompañado por su tía Ana y su hermano William, el honor de pasar revista a las tropas y saludar a los mandos militares en representación de la reina.
Tampoco pudieron presenciar el despliegue de la Fuerza Aérea Real desde al balcón del palacio de Buckingham. Es una tradición que Harry ha asumido enésimas veces desde niño y hasta su renuncia a las funciones monárquicas, en marzo de 2020. Fecha en la que probó fortuna, junto con su mujer y actriz californiana, entre la élite de Estados Unidos. Pero, en esta ocasión, la reina limitó el acceso al famoso balcón, durante los actos simbólicos de las festividades, a sus familiares en nómina oficial.
«Se habla de celebraciones, pero realmente el interés se centra en la situación de la familia real. Es la primera vez en dos años que Meghan y Harry se reúnen con el resto de la familia en un evento público, también es la primera vez que los dos hermanos se juntan sin la sombra de la muerte, ya sea la de su abuelo Felipe o el aniversario de su madre Diana, y probablemente será la última vez que veamos a la reina de una forma tan pública», subraya Omid Scobie, periodista y biógrafo de los Sussex.
Para el autor de Finding Freedom (Meghan y Harry. En libertad), el retorno a Inglaterra del matrimonio rebelde es un paso importante hacia la reconciliación familiar. En su anterior visita a la reina, en un fugaz encuentro privado en el castillo de Windsor, el duque prometió regresar con sus hijos para que su abuela pudiera conocerlos. Archie, de 3 años, nació en Londres, pero su hermana es de cuna americana.
Lilibet cumple un año el sábado y se rumorea que su bautizo podría celebrarse en los aledaños del Jubileo. Más segura parece la presentación de la niña a la reina, con quien comparte nombre, en una reunión familiar el mismo día de la onomástica. La cita tendría lugar en los aposentos privados de Windsor, donde Isabel II ha fijado residencia desde la pandemia del coronavirus, o en Frogmore Cottage, el caserón que los Sussex ocupan dentro del mismo complejo monárquico. Primos y sobrinos se esperan en la fiesta de cumpleaños de la pequeña. Los más visibles ausentes serán William y Kate, quienes estarán de visita en Gales dentro del programa de actividades nacionales en reconocimiento de los 70 años de reinado de la octogenaria monarca.
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