Hallan una nueva especie de dinosaurio gigante jurásico
El Mundo
En 1993, los humanos entraron por primera vez en el mundo de los dinosaurios gracias a la producción de Steven Spielberg, Jurassic Park. Cuando escuchamos este título es inevitable recordar esas amenazantes imágenes protagonizadas por el Tyannosaurus o el Velociraptor. No muchas más especies de dinosaurio se dieron a conocer tanto como las mencionadas pero sí que se pudo ver un dinosaurio cuyo aspecto se grabó en la mente de más de un niño, a pesar de tener un nombre poco recordable.
Se trata del Brontosaurus, un saurópodo que vivió a finales del periodo jurásico y reconocible por su largo cuello y, en resumen, su grandeza que le caracteriza. Esta especie vivió hace 150 millones de años pero, sorprendentemente, tiene un «pariente» que le gana en antigüedad. Un hallazgo recién presentado por Blair Mcphee, el principal autor de la investigación realizada por él y otros estudiosos de la Universidad de Witwatersrand (Sudáfrica).
El dinosaurio «revelación» que protagoniza este estudio publicado este miércoles en Current Biology, pertenece a la familia de los Sauropodomorfos y recibe el nombre de Ledumahadi mafude o trueno gigante al amanecer en el idioma africano Sesotho. Puede que algunos se pregunten por qué tiene un nombre africano cuando la mayoría de fósiles de dinosaurios son encontrados en lugares como Europa o China.
Esta vez fue Sudáfrica la que acogió, hace 200 millones de años, un Ledumahadi que se remonta mucho más atrás al primer jurásico en el pasado prehistórico.
Fue hace seis años cuando Jonah Choiniere vio por primera vez el fósil de un Ledumahadi. A partir de ese momento, hasta ahora, este biólogo ha formado parte del equipo de investigación que ha estudiado a este dinosaurio, con sus huesos como herramienta clave.
Una de las cuestiones que este equipo quería resolver era si estos dinosaurios caminaban a dos o a cuatro patas, lo cual no fue nada fácil. «La comprensión de la biología de estos animales antiguos representados solo en el registro fósil es extremadamente difícil», señala Choiniere. Pero lo consiguieron. Los investigadores midieron el grosor de las extremidades de Ledumahadi para conocer su peso y saber cuántas extremidades pudo llegar soportar y así verificar que este dinosaurio andaba a cuatro patas.
Desde el primer contacto con el fósil, los estudiosos sabían que no estaban ante un dinosaurio cualquiera. A partir del método utilizado, en el estudio se establece que este dinosaurio pesaba 12 toneladas y, debido a un desarrollo adulto completo, murió con 14 años. Gracias a estos hallazgos, McPhee y su equipo les ha permitido conocer la posibilidad de que algunos antepasados del Ledumahadi intentaron caminar a cuatro patas, a pesar de dudar en si eran bípedos o cuadrúpedos. Sea de una forma u otra, la hipótesis queda sobre la mesa.
Conseguir la cuadrupedalidad no fue tarea fácil para los Ledumahadi. Hasta llegar a caminar a cuatro patas, estos dinosaurios sufrieron dos desarrollos diferentes, en cuanto a evolución de posturas se refiere, para conseguir caminar con extremidades firmes. No obstante, nadie dijo que los inicios fueran fáciles, pero pueden tener un desarrollo satisfactorio como ocurre en esta ocasión: «Estos desarrollos producidos en sus características corporales los ayudó a triunfar desde el punto de vista evolutivo» asegura Choiniere.