Hallan una extraña criatura marina con cinco ojos
Agencias
Durante el periodo Cámbrico -entre hace 541 y 485 millones de años-, existieron animales en la Tierra que tenían características físicas muy particulares, extrañas y casi con aspectos alienígenas.
Uno de ellos, el depredador marino Opabinia regalis, que poseía cinco ojos, una boca orientada hacia atrás y disponía de una larga trompa, era hasta hace poco el único ‘opabínido’ jamás descubierto. Sin embargo, unos investigadores descubrieron ahora que otra criatura marina con cinco ojos, el Utaurora comosa, era pariente de O. regalis.
¿Cómo se llegó a esa conclusión?
En 2008, en un yacimiento de la Formación Cambrian Wheeler de Utah, en Estados Unidos, un grupo de científicos encontró el único fósil conocido hasta ahora del Utaurora camosa, especie que habría habitado la tierra hace al menos 500 millones de años.
Al encontrarlo, los especialistas creían que pertenecía al género de los anomalocáridos. No obstante, 24 años después, un investigador aún mantenía dudas al respecto, por lo que decidió compararlo con más de 50 especímenes de artrópodos vivos y extintos.
Luego de los análisis filogenéticos, los expertos llegaron a la conclusión de que U. camosa está relacionado con el género ‘opabínido’, lo que lo convierte en el segundo de su especie descubierto hasta ahora, según un estudio publicado por la revista Proceedings of the Royal Society B.
El fósil de Utaurora comosa encontrado en Utah, Estados Unidos.
El O. regalis no está solo
«Nuestro conjunto de datos y análisis filogenéticos apoyaron al ‘Utaurora’ como un opabínido en el 68% de los árboles -filogenéticos- recuperados al analizar los datos», explicó el coautor de la investigación Stephen Pates, de la Universidad de Harvard.
«Esto significa que O. regalis no fue el único opabínido y que no era una especie tan única como pensábamos», agregó.
- regalis y U. comosa parecen ser claros predecesores de los artrópodos modernos, muchos de los cuales poseen estos mismos rasgos. Sus descubrimientos podrían ayudar a entender cómo evolucionaron estas especies:
«Ahora sabemos que estos animales representan etapas extintas de la evolución que están relacionadas con los artrópodos modernos. Y tenemos herramientas más allá de la comparación cualitativa de las características morfológicas para una ubicación más definitiva dentro del árbol de la vida animal», explicó Joanna Wolf, coautora de la investigación.
Por DW