Hallan osamenta y autoridades creen es de sandinista desaparecido hace meses
EFE
La vicepresidenta de Nicaragua, Rosario Murillo, informó este martes que encontraron las osamentas y artículos que presumen pertenecen a Bismarck Martínez, un trabajador de la Alcaldía de Managua reportado como desaparecido en el marco de la crisis sociopolítica que vive el país desde hace más de un año.
La osamenta fue hallada por agentes de la Policía Nacional en la ciudad de Jinotepe, departamento de Carazo, al sur de Managua, dijo Murillo, esposa del presidente del país, Daniel Ortega, a través de medios oficiales.
«Esta mañana, después de semanas, meses de búsqueda, la Policía Nacional ha reportado que se encontraron osamentas, cráneo y ropa de Bismarck Martínez, como pertenecientes a él», indicó.
La osamenta y la ropa fueron encontradas «cerca del lugar donde fue martirizado por el terrorismo golpista, por el odio que no volverá a Nicaragua» en junio de 2018, agregó la Vicepresidenta.
Murillo afirmó que su Gobierno está profundamente conmovido y están pendientes del examen de ADN que hará Medicina Legal para confirmar la identidad.
«Dios ha de querer que se confirme que este es nuestro hermano Bismarck de manera que su viuda, su nietecito, Daniel, toda la familia, su hija, tengan paz», expresó.
Nicaragua atraviesa una grave crisis que ha dejado 325 muertos desde abril de 2018, de acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH), aunque algunos grupos elevan a 593 las víctimas mortales, mientras que el Ejecutivo solo reconoce 199 -que llama «terroristas», «golpistas» y «delincuentes comunes»- y denuncia un intento de golpe de Estado.
La Oficina del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos (Acnudh) y la CIDH han responsabilizado al Gobierno de «más de 300 muertos», así como de ejecuciones extrajudiciales, torturas y otros abusos contra los manifestantes y opositores.
Mientras el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI), tutelados por la CIDH, asegura que existen pruebas para argumentar que el Gobierno de Ortega ha incurrido en delitos de lesa humanidad en el marco del conflicto.
Ortega, quien lleva más de doce años en el poder de manera continua, no acepta responsabilidad en la crisis ni tampoco los señalamientos generalizados sobre graves abusos de las autoridades contra los manifestantes antigubernamentales.