Hallan muerta en Bogotá a la hija del secretario de Hacienda de Valledupar
Agencias
Este domingo fue encontrado el cuerpo sin vida de Ana Lucía Fuentes Arzuaga, de 20 años, en un apartamento en el sector de Santa Bárbara en Bogotá. Las primeras hipótesis del caso, que aún esta en etapa de investigación, indican que podría tratarse de un suicidio.
La joven, oriunda de Valledupar (Cesar), se encontraba en la capital realizando sus estudios de diseño gráfico en la Universidad de Los Andes. Vivía sola en una apartaestudio al que sus padres iban a visitarla cada vez que podían.
“Ellos estaban en constante contacto. Lo que los alertó fue que el sábado ella no contestaba el celular y el domingo no había llamado a su abuela materna quien cumplía años”, explicó Lina Meriño Mejía, prima de la fallecida.
Según Meriño, el padre de Ana Lucía, Eudes Fuentes Mejía, secretario de Hacienda de Valledupar, estaba preocupado y decidió llamar a un familiar de su esposa que reside en Bogotá: ‘Vea, vayan a ver a Ana Lucía que no me contesta, de pronto le robaron el celular’, le había dicho.
Angustiados llamaron a los porteros del edificio, quienes revisaron las cámaras de seguridad, las cuales registraron la entrada de la joven al apartamento y ninguna salida.
En vista de ello, amigos de Fuentes ingresaron al lugar con la ayuda de una trabajadora del edificio, encontrándose con la escena de la joven acostada en su cama, sin vida.
“Estamos asombrados, dolidos por la decisión de Ani. Ella se enamoró de un muchacho que no la valoró, que no la supo apreciar y eso, de pronto, la llevó a hacer eso”, indicó Meriño con profunda tristeza en su voz.
Su prima asegura que nunca notaron signos de depresión en Ana Lucía. No se explican por qué la valduparense decidió encerrarse en su tristeza, sin decirle a nadie, ni siquiera a su mejor amiga.
“Mi tío y su esposa se han esforzado por avanzar, por ser unas personas de bien, por trabajar incansablemente por sus dos hijos, Ana Lucía y un varón de 15 años. Lo que le daban a esa niña era amor, ellos no veían por otros ojos, Ani era la luz de sus ojos y su orgullo”, dijo.
Meriño recordó con nostalgia las veces que en vacaciones Ana Lucía Fuentes los visitaba en Codazzi (Cesar). Nunca podrá olvidar su sonrisa, la alegría con la que llegaba, el cariño en sus saludos. “Una niña físicamente hermosa, muy amada, muy dulce, amable, buena hija, buena hermana. Nunca dio lidia en el colegio, era una excelente estudiante”.
Y agregó que la decisión que tomó Ana Lucía “no empañará su memoria, su legado, el amor que en vida les brindó, su recuerdo es impecable”.
El cuerpo de la joven, quien cumpliría 21 años el próximo 20 de enero, fue llevado hasta Valledupar donde le darán el último adiós.