Hallan al menos cuatro cadáveres en un cementerio clandestino de Sao Paulo
EFE
La Policía Civil brasileña descubrió este martes un cementerio clandestino que era utilizado por una organización criminal en la ciudad de Sao Paulo, donde fueron hallados al menos cuatro cadáveres, informó la Secretaría de Seguridad Pública (SSP) del estado homónimo.
Los agentes de seguridad llegaron al sitio, ubicado en la zona este de la capital paulista, después del arresto en abril del líder de un grupo criminal, sospechoso de haber cometido diversos asesinatos en la región, explicó en un comunicado la SSP.
«Tras la captura del sospechoso, el 30 de abril, el equipo policial inició diligencias en la región en búsqueda de los cuerpos de sus víctimas», apuntó la nota.
La institución afirmó que las búsquedas continúan y que equipos de peritos también fueron accionados.
El pasado abril, la Policía arrestó a Wislam Ramos Ferreira, alias «Jagunço», líder de la organización criminal conocida como «Bonde dos 14», una célula independiente del Primer Comando de la Capital (PCC), y responsable de centenares de homicidios en la zona este de la capital paulista.
Según las investigaciones, el hombre actuaba también como «juez» en una suerte de «tribunal del crimen» del PCC, la mayor organización criminal de Brasil y que controla las actividades delictivas desde el interior de las cárceles del país.
Las autoridades sospechan que «Jagunço» es el responsable de al menos 100 asesinatos, entre ellos la ejecución de comisarios, policías y fiscales brasileños.
Tras su arresto, el criminal confesó comandar también el narcotráfico en la región desde su base en el empobrecido distrito de Cidade Tiradentes.
Los policías confían en que, a partir de su captura y de la continuidad de las investigaciones, decenas de casos de desapariciones podrán ser esclarecidos y solucionados.
La Justicia y la Policía llevan años siguiendo la pista del PCC, fundado a comienzos de la década de 1990 en una cárcel de Sao Paulo y cuya actividad está centrada en el tráfico de drogas y armas, especialmente en las regiones fronterizas, y también al rentable robo de cargas y contrabando de combustible.
Además del PCC, Brasil cuenta con decenas de organizaciones delictivas en el complejo tablero del crimen organizado que se expande peligrosamente por el país.