Hallada posible fosa común de oficiales sudaneses 30 años tras su ejecución
EFE
Las familias de 28 oficiales sudaneses acusados de una intentona de golpe de Estado en 1990 contra el entonces presidente Omar al Bashir celebraron este viernes el hallazgo de una fosa común donde podrían estar enterrados los cuerpos de sus seres queridos desde hace 30 años.
La Fiscalía General de Sudán está investigando los hechos tras el derrocamiento de Al Bashir en abril de 2019 y anunció el jueves que ha hallado una fosa común donde es «probable» que estén «los cadáveres de los oficiales asesinados y enterrados brutalmente».
Por su parte, el comité legal de las familias de las víctimas expresó hoy en un comunicado su satisfacción por los primeros resultados de las investigaciones que la Fiscalía empezó hace apenas tres semanas.
La llamada Asociación de las Familias del Glorioso Movimiento 28 de Ramadán (en referencia a la fecha de la intentona golpista) señaló que espera que este sea el inicio del proceso que lleve a la excavación de la fosa.
Asimismo, agregó que apoyará la investigación «hasta llevar a los criminales a un juicio justo y cumplir así las demandas de las familias de los mártires».
La Fiscalía General prometió en su comunicado del jueves que «estos crímenes nunca se dejarán pasar sin un juicio justo en base al principio de la no impunidad».
Además, informó de que está a la espera de recibir los permisos necesarios para empezar la exhumación de los cadáveres, mientras el lugar permanece custodiado por las Fuerzas Armadas y de Apoyo Rápido sudanesas, y que un «equipo distinguido de 23 expertos en diferentes ámbitos» trabaja en ello.
El caso se remonta a 1990, cuando el grupo de oficiales autodenominado «Organización de Salvación Nacional» intentó derrocar a Al Bashir, él también un militar que había llegado al poder un año antes en un golpe de Estado.
Los uniformados fueron juzgados por un tribunal militar que les condenó a muerte, pero tras la ejecución de la sentencia los cuerpos jamás fueron entregados a sus familias.
Los parientes han tenido que esperar hasta la caída de Al Bashir 29 años después para que las autoridades reconozcan sus derechos y les concedan una pensión, además de buscar el lugar donde han estado enterrados tres décadas.
Una de las promesas de las nuevas autoridades, que lideran un proceso de transición a la democracia desde el pasado agosto, es reparar a las víctimas del exdictador, acusado entre otras cosas de genocidio y crímenes de guerra y lesa humanidad en la región de Darfur (este) por la Corte Penal Internacional de La Haya.