Guterres: «Queda camino muy largo por recorrer en respeto a derechos humanos»
EFE
El secretario general de la ONU, António Guterres, afirmó este lunes que a la comunidad internacional le queda aún «un muy largo camino por recorrer» para salvaguardar y respetar los derechos humanos en todas sus vertientes.
«Conozco personalmente la importancia de los derechos humanos. Yo crecí en una dictadura», dijo el portugués, quien señaló que cuando era además alto comisionado de la ONU para los Refugiados fue testigo de «las terribles repercusiones de violaciones de derechos humanos».
«Y no ignoro que nos queda, lamentablemente, un camino muy largo por recorrer», afirmó Guterres.
«Si hubiéramos prestado más atención a los derechos humanos a nivel mundial durante las últimas dos décadas, se podrían haber salvado millones de vidas», sostuvo.
El titular de la ONU reconoció los «progresos considerables» registrados en los últimos 70 años, desde que se adoptó la Declaración Universal de los Derechos Humanos.
Ahora hay más libertades e igualdad, más derechos para las mujeres, los niños y víctimas de discriminación racial y religiosa, los indígenas y personas con discapacidades, y menos explotación y «miseria económica», sostuvo.
Además los autores de «horribles violaciones» de derechos humanos han sido juzgados por tribunales internacionales, añadió.
No obstante, «también está claro que las palabras de la Declaración Universal no se han transformado aún en hecho sobre el terreno», subrayó Guterres, quien añadió que «en la práctica personas en todo el mundo sufren todavía restricciones o denegaciones de sus derechos humanos».
La igualdad de género permanece como una cuestión urgente, dijo, pues innumerables mujeres y niñas se enfrentan a diario a inseguridad, violencia y violaciones de sus derechos.
El mundo también es testigo de un aumento de la xenofobia, el racismo y la intolerancia, incluidas expresiones antisemitas y de odio contra musulmanes, recalcó.
Y partidos de la extrema derecha y puntos de vista asociados a esta ideología «están resurgiendo», lamentó.
Asimismo, «los refugiados y los inmigrantes ven a menudo denegados sus derechos y son calificados injustamente y falsamente de amenaza a la sociedad», pese a los beneficios «probados» que aportan a las comunidades en las que se quieren integrar, indicó.
Guterres criticó además un enfoque que solo se centre en el cumplimiento de la ley en la lucha contra las drogas, como es el caso en Filipinas, país al que sin embargo no nombró, una estrategia que ha alentado la violencia y abusos de derechos y por contra no ha logrado aminorar el uso y el suministro ilegal de narcóticos, dijo.
Asimismo añadió que en varios casos una política extremadamente enfocada en la lucha contra el terrorismo «erosiona el respeto a los derechos fundamentales».
Los medios se encuentran «cada vez más atacados en todas las regiones y el espacio para la sociedad civil, y los defensores de derechos humanos en particular, se está reduciendo y convirtiéndose en más peligroso» para ellos, afirmó el secretario general de la ONU a modo de ejemplo de los abusos que se siguen cometiendo.
Por todo ello pidió a la comunidad internacional una actuación «mucho más decidida y coherente» para «hacer los derechos humanos una realidad para todos», y abordar las libertades fundamentales de manera «imparcial y sin dobles estándares».
Guterres instó a no instrumentalizar políticamente los derechos humanos y a abandonar la «falsa dicotomía» entre los derechos y la soberanía nacional.
«Los derechos humanos y la soberanía nacional van de la mano. No son contradictorios», recalcó.