Guterres llega a Somalia para abordar con Gobierno y agencias la grave sequía
EFE
El secretario general de la ONU, António Guterres, realizó hoy una visita «de emergencia» a Somalia para reunirse con el Gobierno y las agencias humanitarias con el objetivo de abordar la grave sequía que ya ha causado unas 200 muertes en lo que va de año.
«La gente está muriendo. El mundo debe actuar ya para detener esto», dijo el secretario general en su cuenta oficial de Twitter tras aterrizar en Mogadiscio, la capital.
El propósito de esta visita «de emergencia» es reunirse con miembros del Gobierno y las agencias humanitarias desplegadas en la zona para trazar una plan de acción contra la hambruna y el brote de cólera que vive este país del Cuerno de África.
Durante su primera visita a Somalia como secretario general de la ONU, Guterres se reunirá con el nuevo Gobierno de Mohamed Abdullahi Farmaajo, que la semana pasada declaró el estado de «desastre natural» en el país y emplazó a la comunidad internacional a responder «de forma urgente a esta calamidad».
Según detalló la ONU, está previsto que durante la jornada de hoy Guterres también visite un campo de desplazados internos para conocer de cerca la situación de los refugiados somalís.
La Oficina de Coordinación Humanitaria de la ONU (OCHA) alertó ayer de que 196 personas han muerto en Somalia en lo que va de año debido a la sequía, mientras que más de 7.900 personas se han visto afectadas por un nuevo brote de cólera.
La escasez de agua ha provocado un aumento de su precio por lo que las comunidades se han visto obligadas a recurrir a fuentes de aguas peligrosas que han aumentado el riesgo de contraer enfermedades como el cólera y la diarrea.
Cerca de 3 millones de somalíes estarán en situación de emergencia alimentaria en junio de 2017 y a un paso de la hambruna debido a la intensa sequía registrada en los últimos meses, según la ONU.
Organismos internacionales temen que esta grave situación desemboque en una hambruna en este país del Cuerno de África como la de 2011, cuando unas 250.000 personas murieron, más de la mitad de ellos menores de cinco años.
Los países de la región también han advertido de que una nueva hambruna podría empeorar la situación de seguridad en una zona donde la amenaza yihadista y los enfrentamientos interétnicos por los recursos causan numerosos conflictos. EFE