Guanare despidió a “La coromotana mayor” - 800Noticias
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Entre emotivas ceremonias religiosas y claras expresiones de duelo, centenares de personas llevaron a la señora Encarnación Montilla hasta su última morada.

Doña Encarnación, conocida como “La coromotana mayor” falleció a sus 95 años a causa de un paro respiratorio y su cuerpo reposa ahora en Cementerio Metropolitano de Guanare.

A sus exequias acudieron, entre otros, representantes de la educación, la cultura, el folclore, el deporte y la iglesia católica.

Durante los oficios religiosos dirigidos por el párroco de la parroquia de la Coronación, Pablo Aguilar, se resaltó el trabajo coromotano de doña Encarnación a partir de 1960 cuando se radicó en Guanare, procedente de Niquitao.

Sus amigos la bautizaron desde 1970 como “La coromotana mayor” porque contribuyó decisivamente a la atención de las peregrinaciones que arribaban cada 8 y 11 de septiembre.

Además, impartía consejos a los niños para que se incorporaran a las actividades marianas.

Fue una de las más entusiastas divulgadoras del proyecto de construcción del Santuario Virgen de Coromoto, concebido por Erasmo Calvani en 1975 y consagrado el 10 de enero de 1996 por Su Santidad el Papa Juan Pablo II.

A través de su hijo Richard Rojas Montilla, multiplicó la difusión de actividades en los últimos 35 años.

También doña Encarnación fue la creadora del pesebre más antiguo del estado Portuguesa.

A sus 31 años de edad ya traía consigo la tradición decembrina.

Desde 1962 comenzó en su casa del barrio Sucre de la capital portugueseña la elaboración del pesebre cada 1 de diciembre.

Fue una tradición iniciada a sus 18 años de edad, cuando residía en los andes trujillanos y portugueseños.

Uno de los sellos que distinguían su pesebre era la misa de bendición. Además, luego de tal celebración invitaba a los presentes a disfrutar de su rica chicha andina.

Doña Encarnación fue una suerte de artesana popular que enseñó las técnicas a sus hijos y allegados.

Gracias a esa orientación familiar, su hijo Richard Rojas Montilla tomó la batuta desde 1984 siendo aún muy niño y comenzó a elevar las dimensiones del pesebre hasta convertirlo, según autoridades eclesiásticas, en el más completo de Venezuela.

Con el transcurrir de los años, Richard, ya graduado en Diseño Gráfico, se fue a otras regiones a construir grandes pesebres, ganando un prestigio que enorgullecía a doña Encarnación y a toda la comunidad de barrio Sucre.

Tan bonito historial de doña Encarnación fue recordado durante los homenajes tributados a raíz de su fallecimiento.

El miércoles 11 de septiembre en la casa de la familia Montilla, en el barrio Sucre de Guanare, será la última noche de la novena, tal como establece la Iglesia.

Nota de Prensa

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