Grandes escritores de la literatura fantástica medieval

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¿Qué tiene la fantasía para conquistar corazones allá por donde pasa? La combinación de magia y realismo aplicados a unas historias y valores tan universales como los que suelen tratarse (el viaje del héroe, el bien contra el mal, el amor, el compañerismo…) hacen del género fantástico una fuente inagotable de emociones. Ya sea a través de las páginas de los libros o los cómics, las imágenes de películas y series o la experiencia inmersiva que ofrecen los juegos de mesa y los videojuegos, no hay que insistir mucho para que más de uno acepte embarcarse en un viaje con partida y regreso.

Este tipo de narrativas ha ido definiendo su estilo y elementos principales con el tiempo y a través de ensayo-repetición hasta tener unas estructuras y personajes que siempre resultan, como poco, familiares. Desde los relatos míticos del mundo antiguo como la Odisea hasta las leyendas de todas las civilizaciones (ciclo artúrico, los Edda…), los relatos fantásticos han conservado su fondo pero han cambiado su forma, adoptando distintos tonos y creando mundos complejos para cada personaje protagonista y cada trama. Esto hace que exista una inmensa variedad de autores a los que vale la pena leer, y para facilitar esta tarea hemos escogido a tres de los escritores más relevantes del siglo XX, para acercar sus relatos y su propia vida.

JRR Tolkien, maestro de la Tierra Media

John Ronald Reuel Tolkien creó uno de los mundos más completos que existen en la literatura fantástica, desde su mismísimo origen hasta las genealogías de las grandes familias y de todas las razas. Nacido en Bloemfontein pero habiendo pasado casi la totalidad de su vida en Inglaterra, sus conocimientos en lenguas antiguas y leyendas medievales (así como sus propias experiencias personales) le permitieron dar forma a la Tierra Media y a las épicas historias que se narran en El Señor de los Anillos o El hobbit. Tolkien dejó tantísimas notas y textos sobre el universo al que dio forma que, tras morir, su hijo Christopher Tolkien los fue publicando como libros independientes.

A Tolkien le debemos la concepción moderna de la raza de los elfos, los hobitts o los orcos, así como el haber definido la visión que se tiene de la literatura fantástica desde la primera mitad del siglo XX hasta la actualidad.

Terry Pratchett, sabio del Mundodisco

Terry Pratchett es, probablemente, uno de los primeros nombres en los que uno piensa al hablar de escritores fantásticos. Alejado del tono clásico y la epicidad de Tolkien, Pratchett optó por diseñar su mundo en torno a la idea de la sátira: una visión ridícula y retorcida en la que tanto el mundo como sus personajes e incluso sus propios valores son una parodia de ellos mismos. Escritor precoz (publicó su primera historia con tan solo 13 años, el verdadero encanto de sus textos está en que ese elemento humorístico e hipercolorido oculta un trasfondo crítico y complejo que uno solo llega a comprender cuando decide abrir su mente y embarcarse en la lectura sin esperar nada concreto, sino preparado para lo que le depare el autor.

En 1983, la publicación de El color de la magia abriría la serie de Mundodisco donde conoceríamos los distintos grupos sociales y preocupaciones de sus habitantes en 41 novelas que comparten como escenario un mundo plano y circular que se asienta en cuatro elefantes situados sobre el caparazón de una tortuga gigante. ¿Alocado? Puede. ¿Brillante? Seguro que sí, es Terry Pratchett.

Úrsula K. Le Guin, exploradora de Terramar

Tal vez Úrsula K. Le Guin sea la autora más polifacética de los que aquí tratamos, o al menos la que es conocida por más cosas además de por su saga fantástica: ciencia ficción, cuentos infantiles y juveniles, series ensayísticas, poesía o libros de fotografía y manuales de escritores. Si nos centramos en su aportación en literatura fantástica, tema central que nos ocupa, el Ciclo de Terramar es la saga que la convirtió en una de las grandes maestras del género. Empleando técnicas y elementos clásicos del género, Le Guin dio una vuelta de tuerca a la narrativa fantástica medieval aportando detalles que resultaban novedosos para la época, como rompiendo la etnicidad caucásica del personaje protagonista, o planteando conflictos basados en choques culturales cuya solución está más próxima al diálogo y la comprensión que en el uso de la espada y la violencia.

Feminista y ecologista comprometida, las novelas de Úrsula Le Guin resultan tan hermosas y atrayentes como potente y claro es su mensaje.

Con información de Muy Interesante