Granadas aturdidoras en Macedonia contra migrantes rumbo a Europa - 800Noticias
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AFP.-   La policía de Macedonia cerró este viernes su frontera con Grecia para detener el flujo de migrantes que desea llegar a Europa occidental, y utilizó granadas ensordecedoras para repeler a un grupo, hiriendo a cinco personas.

El incidente se produjo en una zona fronteriza entre la localidad griega de Idomeni y la ciudad macedonia de Gevgelija, que los migrantes utilizaban estos días para pasar ilegalmente de Grecia a Macedonia.

No obstante, las autoridades han permitido el ingreso a su territorio de un número limitado de migrantes de «categorías vulnerables».

Los migrantes, que intentaron franquear las alambradas que habían sido colocadas, resultaron ligeramente heridos por el estallido de los granadas aturdidoras, que provocaron una densa humareda blanca, según constataron periodistas de la AFP.

Los enfrentamiento entre policías macedonios y migrantes duraron solamente unos minutos, ya que los refugiados colocaron a los niños y las mujeres delante de las alambradas para impedir nuevas violencias.

El comportamiento de la policía macedonia fue vivamente denunciado por la ONG Amnistía Internacional (AI).

«Este género de respuesta paramilitar y esta manera inaceptable de repeler (a los migrantes) es una violación a las leyes internacionales. Las autoridades macedonias respondieron como si tuvieran enfrente a provocadores y no refugiados que huyen de conflictos y persecuciones», declaró en un comunicado Gauri van Gulik, una responsable de esta organización de defensa de los derechos humanos.

El número de migrantes atrapados en este  ‘no man’s land’ aumentó en la noche del jueves al viernes de 1.500 a cerca de  3.000 personas, según los periodistas de la AFP.

Pero el portavoz del ministerio macedonio del Interior,  Ivo Kotevski, aseguró que la situación era «estable, bajo control y sin el menor incidente».

Kotevski afirmó que «la mayor parte» de los refugiados que se hallaban en la zona entre los dos países habían retornado a Grecia.

No obstante, a pesar de los controles fronterizos, las autoridades mecedonias permitieron entrar a su territorio a «categorías vulnerables» de migrantes.

«La entrada a Macedonia de un número limitado de migrantes ilegales que integren ‘categorías vulnerables’ fue autorizada», afirmó un comunicado. «Estas personas se beneficiarán de la ayuda que necesiten, en conformidad con las capacidades del Estado», añade.

Poco después de este anuncio, la policía permitió a varios centenares de personas, sobre todo familias con niños y mujeres embarazadas, franquear la frontera.

La selección de estos migrantes provocó vivas protestas entre centenares de otros que quedaron detrás del cordón policial. Entre 300 y 400 abordaron un tren que partió desde la estación de Gevgelija hacia las 15H30 GMT, en dirección al norte del país, dijeron a la AFP miembros del Alto Comisionado de la ONU para los Refugiados (ACNUR).

 

Ruta balcánica de los migrantes

El gobierno macedonio, país que se halla en la ruta balcánica utilizada por los migrantes, decretó el jueves el estado de emergencia, una medida que le permite desplegar a las fuerzas armadas en esta zona para ayudar a las autoridades locales y a la policía a hacer frente a la «crisis».

Macedonia acusa a Grecia de dirigir de forma organizada a los migrantes hacia su territorio.

El viernes por la mañana aún no se veía militares presentes en la zona.

Un grupo de unos 250 refugiados sirios, entre ellos niños y mujeres, habían logrado  cruzar la frontera y se agruparon en la estación de tren de Gevgelija, después de caminar por el bosque durante la noche, contaron algunos de ellos a la AFP.

La presencia policial también fue reforzada en esta estación, donde miles de inmigrantes han llegado en los últimos días. Allí, la policía local les entregaba documentos temporales, lo que les permitía continuar su viaje hacia el norte a través de Macedonia y Serbia, antes de llegar a la frontera con la Unión Europea.

Pero los migrantes afirman que las autoridades detuvieron el proceso de registro. «No nos dan papeles. Tal vez tienen la intención de mandarnos de vuelta a Grecia», dice un joven de 24 años, quien prefirió no dar su nombre. «No queremos regresar. Estamos agotados de caminar y estamos agotados por la situación en Siria. No queremos guerra. Mi padre murió por un obus. Ya no tengo a nadie allá, debo irme», añadió este estudiante de biología oriundo de Damasco.

En los últimos días, miles de migrantes, sobre todo sirios pero también ciudadanos somalíes, paquistaníes, afganos o iraquíes, llegaron al sur de Macedonia, a Gevgelija. En esa ciudad esperan poder subirse a un tren para viajar hasta Serbia, al norte, antes de entrar en los países de la Unión Europea.

Pero Hungría está erigiendo un muro de cuatro metros de alto y 175 km de largo en su frontera con Serbia, para impedir el paso de los migrantes.

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