Gran duque de Luxemburgo cede poderes a su hijo Guillermo - 800Noticias
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EFE | Foto: Referencial

El gran duque Enrique de Luxemburgo nombró este martes a su primogénito, el príncipe Guillermo, como lugarteniente-representante del país europeo, un cargo que le habilita para asumir poderes que ahora solo desempeña el jefe del Estado y que suponen el paso previo a su abdicación, aún sin fecha.

«Juro observar la Constitución y las leyes y cumplir fielmente mis responsabilidades constitucionales”, declaró Guillermo en una ceremonia solemne celebrada en el Parlamento, tras firmar previamente su nombramiento en otro acto de traspaso de ciertos poderes.

Esa primera ceremonia, más íntima, tuvo lugar a primera hora de la tarde en el Palacio Ducal, donde el gran duque Enrique y el primer ministro, Luc Frieden, firmaron el decreto por el que se nombra al príncipe Guillermo lugarteniente-representante. Un momento que el jefe del Ejecutivo calificó de «histórico».

«Soy consciente de que hoy marca el comienzo de un nuevo capítulo en nuestras vidas para mí personalmente, para mi esposa y nuestros hijos, y miramos hacia el futuro con confianza», afirmó Guillermo, según recoge la prensa local.

Dijo que espera estar junto al gran duque Enrique al servicio del país y de sus ciudadanos y hacer lo mejor posible por Luxemburgo.

El gran duque Enrique, de 69 años, anunció su decisión de abrir la vía sucesoria el pasado 23 de junio, durante la ceremonia oficial de celebración de la fiesta nacional del país.

Este traspaso de poderes gradual es una característica especial de la monarquía de Luxemburgo, lo que ofrece al heredero un período para prepararse y ganar visibilidad antes de asumir con plenitud la jefatura del Estado, una vez que su padre anuncie la abdicación definitiva.

Hace veinticuatro años, el 7 de octubre de 2000 fue, precisamente, la fecha en la que Enrique de Nassau fue coronado como gran duque de Luxemburgo, tras la abdicación de su padre (el gran duque Juan, fallecido en 2019) y después de más de dos años ostentando, también, el cargo de lugarteniente-representante del país, que asumió el 3 de marzo de 1998.

El gran duque Enrique tiene la potestad de delegar los poderes que él considere y estipular, si fuese necesario, limitaciones a las atribuciones de su hijo durante el tiempo que asuma el cargo de lugarteniente-representante, que puede ser para un período delimitado o indefinido, según el mandato que le conceda su padre.

En una entrevista radiofónica publicada hoy, ni el padre ni el hijo quisieron revelar la fecha del cambio de trono. «Pero está claro que no durará para siempre», afirmó el gran duque Enrique. «La gobernación es el primer paso. Y luego continuaremos con el segundo paso», añadió.

Las decisiones que adopte Guillermo durante su mandato de lugarteniente-representante tendrán el mismo efecto y gozarán del mismo rango jurídico que si las adoptara el gran duque Enrique, según detalló la Casa Real de Luxemburgo.

Guillermo es el mayor de los cinco hijos de Enrique con María Teresa Mestre, de origen cubano. Los grandes duques de Luxemburgo tienen ocho nietos, siendo Carlos -el primogénito de Guillermo- el siguiente en la línea de sucesión.

Por su parte, Guillermo está casado con la condesa Stéphanie de Lannoy (de la nobleza belga) y tienen dos hijos.

Con unos 670.000 habitantes, Luxemburgo es el único Gran Ducado que queda en el mundo y tiene una de las mayores rentas per capita del planeta.

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