Golpistas de Mali reciben apoyo del movimiento opositor pero no de África - 800Noticias
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EFE

Los golpistas del Comité Nacional para la Salvación del Pueblo (CNSP), que dirige de facto la república de Mali tras derrocar al presidente Ibrahim Boubacar Keita y a todo su gobierno, han recibido el apoyo del principal movimiento opositor del país, pero África entera les da la espalda.

Anoche, el movimiento M5-RFP, que durante tres meses ha llenado las calles de manifestantes exigiendo la renuncia del presidente Keita (conocido como IBK) emitió un comunicado en el que «se felicita» de su dimisión forzada por los golpistas y pide «una hoja de ruta hacia la transición cuyo contenido será consensuado con el CNSP y todas las fuerzas vivas del país».

El comunicado fue emitido anoche tras una reunión de los líderes del M5-RFP con los nuevos hombres fuertes de la junta militar, que ayer comunicaron el nombre de su presidente y jefe de estado de facto, el coronel Assimi Goita, un oficial de unos cuarenta años con una carrera discreta y hasta ayer un virtual desconocido.

RETORNO A LA NORMALIDAD

Esta mañana, el ambiente en Bamako era de normalidad: los transportes públicos circulaban como cada día laborable, los bancos estaban abiertos, los comercios comenzaban a levantar sus persianas y las gentes se dirigían al mercado, sin que se detectara una presencia militar particular en las calles.

Precisamente la normalidad es lo primero que el CNSP quiere restaurar para borrar la imagen de excepcionalidad: ayer los golpistas convocaron en la sede del ministerio de Defensa a los secretarios generales de todos los departamentos para exigirles volver al trabajo.

El portavoz del CNSP, Ismael Wague, hizo además un llamamiento general al pueblo maliense para «invitarle a volver libremente a sus ocupaciones y retomar con calma sus actividades», además de «tranquilizar a la población porque se han tomado todas las medidas de protección de personas y bienes, así como de los lugares de trabajo».

Y aunque las calles transmiten hasta ahora un apoyo al golpe del pasado martes -no ha habido una sola expresión pública contraria-, es palpable la preocupación de la población por las señales que llegan del exterior sobre un eventual bloqueo o embargo a Mali, objeto de conversaciones en las calles de Bamako.

AMENAZAS DEL ENTORNO AFRICANO

Ayer, la Unión Africana suspendió a Mali como miembro «hasta que se recupere el orden constitucional», y exigió además la liberación del presidente IBK, los miembros de su gobierno y los altos funcionarios aún detenidos sin proceso alguno.

Pero además, la Comunidad de Estados de África del Oeste (CEDEAO), a la que pertenece Mali, ha convocado hoy en Abuja una cumbre extraordinaria en la que se espera que se concreten sanciones contra Mali e incluso la posibilidad de un embargo, como fue sugerido en un comunicado de urgencia emitido el martes por la noche.

La vecina Costa de Marfil anunció ayer «la suspensión de todas las relaciones económicas, financieras y comerciales» con Mali, y se teme que otros estados de la región sigan por ese camino.

El analista político Said Penda dice saber que los ministros de Finanzas de los países de la CEDEAO ya han ordenado parar todos los movimientos financieros hacia Mali y pronostica que los productos petroleros comenzarán a escasear a partir del lunes próximo.

Si los militares del CNSP deciden confiscar los combustibles de automoción para garantizar el funcionamiento del estado y dejan sin suministro a las estaciones de servicio -pronostica Penda en un análisis publicado hoy en sus redes sociales-, esto podría cortar rápidamente sus apoyos entre la población, hasta ahora favorable a ellos.

LA NUEVA JUNTA MILITAR

El nombramiento del coronel Assimi Goita como presidente del CNSP y virtual presidente de facto del país fue sorprendente, pues todos los pronósticos apuntaban a que los cerebros del golpe eran otros dos coroneles, Malick Diaw (nombrado vicepresidente) y Sadiou Camara.

Según ha sabido Efe de fuentes cercanas al CNSP, la elección del presidente no fue fácil, pues ninguno de los líderes golpistas quería asumir la jefatura del Estado y preferían mantenerse en un segundo plano, y el nombre de Goita fue resultado de una votación entre ellos.

Se sabe muy poco sobre él, y hoy los medios malienses evocan que en 2012, durante el anterior golpe de estado, fue hecho prisionero junto con un centenar de uniformados por los tuaregs del Movimiento de Liberación Nacional del Azawad, y no fue liberado sino con la mediación del imán Mahmud Dicko.

Y aquí surge la figura de Dicko, que ha sido el mentor y líder espiritual de todo el movimiento opositor durante varios meses, siendo señalado como el posible nexo oculto entre opositores y golpistas.

No será fácil saberlo, porque Dicko -una figura muy respetada por toda la población- se ha retirado a su domicilio el pasado martes, tras el triunfo del golpe de estado, cuando emitió un comunicado lacónico diciendo que su «misión había terminado», pero evitando pronunciar un apoyo explícito al golpe.

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