Gobierno venezolano rechazó declaraciones “injerencistas” de Obama
AVN
El gobierno de Venezuela rechazó este jueves las declaraciones del presidente de Estados Unidos, Barack Obama, quien el miércoles de esta semana pidió desde Canadá la liberación de los “presos políticos” y el respeto al proceso del referéndum revocatorio.
A continuación, el texto íntegro del comunicado:
La República Bolivariana de Venezuela rechaza las declaraciones injerencistas del Presidente de los Estados Unidos de América, Barack Hussein Obama, emitidas el día de ayer en el marco de la Cumbre de Líderes de América del Norte celebrada en Otawa.
Es inaceptable la obsesión intervencionista del gobierno estadounidense, que además de considerar a Venezuela una amenaza a la seguridad y a la política exterior de los EEUU, pretende instruir a la República Bolivariana de Venezuela sobre elementos esenciales de su vida institucional.
Resulta completamente contradictorio e ilógico que se inste al Gobierno venezolano a irrespetar el Estado de Derecho con el único fin de satisfacer intereses antidemocráticos de la oposición venezolana.
Resalta además el doble estándar de su política sobre DDHH al abusivamente solicitar la liberación de políticos que han cometido delitos comunes y violencia extrema desestabilizadora, al tiempo que mantienen al preso político más antiguo del mundo, Óscar López Rivera, quien se encuentra cumpliendo una condena injusta en los EEUU por el simple acto de anhelar la independencia de su país.
Venezuela denuncia ante la comunidad internacional que la política nacional ha sido infiltrada por agentes al servicio de centros de poder en los EEUU, educados, formados y equipados para la desestabilización política, económica y social de Venezuela, afectando el derecho a la paz y al desarrollo del pueblo venezolano. Dichos agentes han cometido crímenes de toda naturaleza alentados para derrocar el gobierno legítimo y constitucional de Venezuela y perturbar la paz de la nación.
La República Bolivariana de Venezuela ratifica su derecho irrenunciable a la autodeterminación y a la no intervención en los asuntos internos de nuestro país, en la certeza absoluta que jamás acataremos órdenes de imperio alguno; así como, la disposición a mantener relaciones diplomáticas bilaterales de respeto a la igualdad soberana de los Estados, y a los principios y propósitos de la Carta de las Naciones Unidas.