Gobierno de Colombia queda sin negociadores para diálogo de paz con guerrilla del ELN
Agencias
Colombia quedó sin negociadores en el diálogo de paz con el Ejército de Liberación Nacional tras el vencimiento de los contratos de los delegados nombrados por el anterior gobierno y la decisión del presidente Iván Duque de no designar un equipo hasta que la guerrilla cumpla ciertas condiciones.
El expresidente Juan Manuel Santos mantuvo durante 17 meses en Ecuador y Cuba una negociación de paz con la mayor guerrilla activa de Colombia, el Ejército de Liberación Nacional (ELN), como parte de sus esfuerzos para acabar por completo el conflicto armado de más de medio siglo que ha dejado alrededor de 260.000 muertos.
Pero Duque, un abogado experto en economía de 42 años que asumió en agosto, ha condicionado la continuidad de la negociación a que el grupo rebelde -considerado como una organización terrorista por Estados Unidos y la Unión Europea- suspenda unilateralmente sus hostilidades y libere a todas las personas que mantiene secuestradas.
“Es un trámite meramente administrativo en el cual se cierra esa designación, se retira la designación de los representantes”, dijo a periodistas el alto comisionado para la paz, Miguel Ceballos.
“Cuando se den las condiciones necesarias, el cese total de las actividades criminales y la entrega de todos los secuestrados, el presidente nombrará a los voceros oficiales en una eventual mesa de negociación”, explicó Ceballos, quien dijo que se mantiene la suspensión de las órdenes de captura de los jefes del ELN que permanecen en La Habana.
De inmediato no se produjo ninguna reacción al anuncio del gobierno por parte del El ELN, fundado por sacerdotes católicos radicales y con unos 2.000 combatientes, que mantiene una confrontación con las fuerzas del Estado, realizando ataques a militares, a la infraestructura económica, además de secuestros y extorsiones a civiles.
Aunque el grupo rebelde liberó recientemente a 10 personas, incluida una menor de 15 años a la que señaló como informante de las Fuerzas Militares, no se ha pronunciado sobre la situación de otros 10 rehenes que Duque exige sean puestos en libertad.
Una ruptura del diálogo de paz entre el Gobierno y el ELN podría provocar un incremento de los ataques del grupo rebelde a la infraestructura económica del país, principalmente a los oleoductos, así como un aumento de la ofensiva militar contra esa guerrilla, según fuentes de seguridad y analistas.