Gobierno de Argentina se solidariza con Grecia a 14 años de vivir el default
Buenos Aires, Argentina | AFP | El jefe de Gabinete argentino, Aníbal Fernández, expresó este lunes su solidaridad con Grecia y le recomendó cuidarse de los fondos ‘buitres’ cuando está a un paso de caer en default como le sucedió a Argentina en 2001.
El jefe de ministros argentino sostuvo que la crisis griega «fue provocada por los ajustes del Fondo» (FMI) y justificó el referendum convocado por el primer ministro griego Alexis Tsipras para el domingo para someter a consultas un paquete de medidas de emergencia.
«Los obligaron a tomar decisiones como bajar jubilaciones o reducir el gasto público, o algunas cosas ridículas: han cerrado la televisión pública, complicaciones de las que no sale con tanta facilidad», apuntó Fernández.
Según el jefe de Gabinete, Argentina ha vivido una situación similar y en estos momentos ve «que están esperando que a Grecia le vaya exactamente de la misma manera para empezar a rapiñarlos como han hecho con todo el mundo», dijo Fernández en rueda de prensa.
Grecia falló en arribar a un acuerdo con sus acreedores (Banco Central Europeo, FMI y Comisión Europea) y podría caer en default el martes cuando debe reembolsar 1.500 millones de euros, a menos que se logre una salida de último minuto.
A diferencia del caso argentino, Grecia cuenta con el respaldo de un marco legal establecido en la Unión Europea para evitar las acciones de los fondos especulativos, conocidos como ‘buitre’, que atenten contra una reestructuración de deuda acordada por una mayoría, como fue el caso argentino.
No obstante Fernández dijo que veía «la sombra» de los ‘buitres en en esta crisis griega.
Grecia decretó este fin de semana feriado bancario y cambiario hasta el 7 de julio e impuso límites a los retiros en efectivo, medidas similares a las que adoptó Argentina en medio de la peor crisis económica de su historia desatada en diciembre de 2001.
La crisis económica argentina provocó un terremoto político y el 23 de diciembre de ese año declaró el default por casi 100.000 millones de dólares.