Gobierno colombiano prepara regreso de aspersión aérea de cultivos ilícitos
EFE
El ministro de Defensa de Colombia, Carlos Holmes Trujillo, dijo este lunes que el país se prepara para retomar las aspersiones aéreas de cultivos ilícitos, suspendidas hace cinco años, porque sus resultados ya están probados y aseguró que suspender ese método fue un «gravísimo error».
«Hay que decir con claridad, cumpliendo claro está todos los requisitos de la Corte Constitucional, que la aspersión aérea hoy es más necesaria que nunca antes para continuar con la disminución de los cultivos ilícitos», aseguró Trujillo en una rueda de prensa en Bogotá.
En ese sentido agregó que el Gobierno considera «reiniciar el programa de aspersión que es fundamental» en la lucha contra el narcotráfico porque «se trata de un asunto de seguridad nacional».
El ministro aseguró que lo que falta para cumplir con las exigencias de la Corte es una audiencia pública ambiental que se realizará el próximo 1 de septiembre y recalcó que «el mayor enemigo de la paz es el narcotráfico».
El Gobierno colombiano defiende el regreso a las aspersiones aéreas con el potente herbicida glifosato como respuesta al crecimiento de los cultivos lícitos que en 2019 alcanzaron las 154.000 hectáreas sembradas de coca.
Esa cifra fue de tan solo 15.000 hectáreas menos que el récord de 169.000 hectáreas medido en 2018, según datos de la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC, sigla en inglés).
«La aspersión aérea ya está probada. La aspersión aérea mostró sus aspectos positivos, mostró su eficacia», añadió el ministro y subrayó que ese método «es hoy más necesario que nunca para continuar con la disminución de los cultivos ilícitos» de coca.
Entre los argumentos expuestos por Trujillo está que con la aspersión aérea se pueden erradicar diariamente entre 400 y 600 hectáreas de cultivos de coca y que además «genera más condiciones de seguridad para la fuerza pública y los erradicadores», con frecuencia atacados cuando hacen ese trabajo.
Colombia ha sido estremecida en las últimas semanas por matanzas perpetradas por desconocidos en varias regiones del país, zonas en donde operan la guerrilla del Ejército de Liberación Nacional (ELN), las disidencias de las FARC y otros grupos armados organizados que buscan controlar todos los eslabones del narcotráfico.
La más reciente ocurrió el domingo en el municipio de Venecia, en el departamento de Antioquia (noroeste), en la que tres personas, entre ellas un menor de edad, fueron asesinadas.