Gobierno argentino usará 1.000 millones de dólares para acabar con el hambre
EFE
El Gobierno argentino, encabezado por el peronista Alberto Fernández, anunció este viernes que asignará un presupuesto de 60.000 millones de pesos, unos 1.000 millones de dólares, para la lucha contra el hambre, un problema acuciante debido a la crisis económica del país.
Así lo anunció el ministro de Desarrollo Social, Daniel Arroyo, en una rueda de prensa en Buenos Aires posterior a la primera reunión del Consejo Federal Argentina contra el Hambre desde que se constituyó el nuevo Ejecutivo argentino el pasado 10 de diciembre.
El encuentro, que congregó a productores de alimentos, asociaciones de supermercados, empresarios, dirigentes sociales y sindicales, constituye el primer paso para que en marzo del año próximo «prácticamente el conjunto del país» esté cubierto con este plan.
Para llevarlo a cabo, el ministro señaló que el Gobierno empleará 60.000 millones de pesos, encaminados a cubrir las necesidades de cuatro millones de personas.
PRIMEROS PASOS EN CONCORDIA
Según detalló Arroyo, el plan estaba previsto que arrancara el próximo febrero, pero debido a la situación de necesidad del municipio de Concordia, situado en la provincia de Entre Ríos (noreste), el Gobierno decidió adelantar allí la distribución de las tarjetas de alimentos.
El ministro informó que desde ahora los habitantes de este municipio, «en especial las madres», podrán acceder a una tarjeta del estatal Banco Nación, que no permite extraer dinero del cajero pero sí comprar alimentos, «los que quieran y de la forma que quieran».
En ese sentido, habrá dos montos: uno de 4.000 pesos mensuales (66 dólares) para las madres con un hijo menor de 6 años y otro de 6.000 pesos (100 dólares) para las que tengan dos o más hijos.
«Claramente es una política que apunta a resolver el problema del hambre y la malnutrición en Argentina», aseveró Arroyo, antes de agregar que cada tarjeta codifica las compras, de forma que un grupo de nutricionistas podrá orientar a su propietario sobre qué alimentos consumir.
Según el último informe del Instituto Nacional de Estadísticas y Censos de Argentina, Concordia es la localidad más pobre del país suramericano, con un 52,9 % de personas viviendo bajo la línea de la pobreza y el 15,4 % está en situación de indigencia.
UN CRONOGRAMA PARA CUBRIR TODO EL PAÍS
Asimismo, Arroyo anunció que a principios de enero el Gobierno realizará un cronograma «para todo el país», al tratarse de un plan «con varias etapas», con el objetivo de que en marzo las tarjetas alimentarias ya hayan cubierto un 80 % del territorio.
El Gobierno concede prioridad a las familias con niños menores de 6 años por dos razones: la primera, porque «mes a mes baja el consumo de leche en Argentina», con un 14 % de los menores en una situación de inseguridad alimentaria severa; y la segunda por controlar la nutrición de una generación de «chicos petisos (de baja estatura) y obesos».
El ministro también aseguró que se pondrá en marcha un observatorio para realizar un seguimiento del plan, conformado por universidades y otras instituciones sociales, lo que supone «la primera vez en Argentina que una política pública se va a seguir en tiempo real».
UNA REUNIÓN ENCABEZADA POR ALBERTO FERNÁNDEZ
Esta primera reunión en la Casa Rosada fue encabezada por el presidente Alberto Fernández, que en su intervención afirmó que «este no es un plan del Gobierno, es el plan de Argentina».
«Por una vez olvidémonos de nosotros, de quiénes somos, de cómo pensamos, de qué representamos, y admitamos lo indigno que es ser parte de una sociedad que no se preocupa por el que tiene hambre», aseguró el mandatario durante su intervención.
Ya en su toma de posesión Fernández llamó a realizar «la mejor epopeya que se puede hacer como sociedad», que es ponerle fin al hambre en su país.
Según los últimos datos oficiales, en el primer semestre de 2019 la pobreza afectaba en Argentina al 35,4 % de la población urbana -dentro del cual el 7,7 % es indigente-, lo que supone 2,4 puntos más que en el semestre anterior y 8,1 por encima de la del primer semestre de 2018.
El anterior presidente, Mauricio Macri, que llegó al poder en diciembre del 2015 tras el Gobierno de Cristina Fernández (2007-2015), ahora vicepresidenta, prometió conseguir «pobreza cero», pero la recesión que sufre el país desde abril del año pasado, con una moneda fuertemente devaluada y altos índices de inflación, ha empeorado todos los indicadores sociales.