Gobernador de Florida dice que hackers rusos filtraron dos condados en 2016
EFE
El gobernador de Florida, Ron DeSantis, informó este martes que piratas informáticos rusos se filtraron en las bases de datos de las autoridades electorales de 2 de los 67 condados de Florida, durante las elecciones presidenciales de 2016, en las que fue elegido el republicano Donald Trump.
DeSantis, aliado de Trump, precisó sin embargo que la intervención de piratas no influyó en los resultados electorales, en los que el magnate de bienes raíces le ganó en Florida, y en el país, a la demócrata Hillary Clinton.
«Dos condados de Florida experimentaron intrusiones en el supervisor de redes electorales, (pero) no hubo manipulación», aseguró el republicano en una rueda de prensa.
El gobernador de Florida, quien asumió en enero pasado, hizo el anuncio tras reunirse el viernes pasado con oficiales de Buró Federal de Investigaciones (FBI) y del Departamento de Seguridad Nacional (DHS).
La intrusión hizo parte del informe presentado por el fiscal especial Robert Mueller sobre la presunta injerencia rusa en las elecciones de 2016.
«Recientemente me reuní con el FBI sobre el tema de las elecciones mencionado en el informe Mueller», dijo DeSantis.
«Entendemos que el FBI cree que esta operación permitió a (la inteligencia militar rusa) acceder a la red de al menos un gobierno del condado de Florida», detalló el informe de Mueller.
DeSantis dijo que no podía revelar qué redes de condados estaban comprometidas, pero aseguró que los datos de los votantes a los que los atacantes tenían acceso ya eran públicos.
En noviembre de 2018, el entonces senador demócrata de Florida Bill Nelson advirtió de que Rusia había «penetrado» en los sistemas de registro de votantes de Florida, pero los funcionarios electorales lo negaron.
El entonces gobernador Rick Scott, quien arrebató en noviembre pasado el escaño de Nelson, criticó las denuncias del demócrata.
DeSantis señaló este martes que su administración averigua qué sabía el estado en ese momento.
Agregó que «obviamente» no tenían esa información la administración de Scott ni el Departamento de Policía de Florida (FDLE, en inglés).