Gladys Knight cantará el himno en el Super Bowl de este año en Atlanta
Agencias
Muchos se sorprendieron y desilusionaron ante el anuncio reciente de que Gladys Knight cantará el himno nacional en el Super Bowl de este año en Atlanta. Algunos hinchas de fútbol americano, en especial negros, han expresado su desdén por el modo en que la Liga Nacional de Fútbol Americano ha tratado Colin Kaepernick, el exmariscal de campo de los 49ers, que ha presentado una querella acusando a la liga de confabular para mantenerlo fuera de la cancha después de su protesta conta la brutalidad policíaca.
La negativa de los artistas a actuar en el Super Bowl de este año se ha convertido en la más reciente prueba de fuego de la generación “despierta”.
Algunos verán con cinismo la decisión de Knight. Pero tras una carrera de 60 años, ella tendrá acceso al mayor público de toda su trayectoria. Knight ha estado comprometida con causas sociales como la ayuda universitaria del United Negro College Fund (UNFC), la Fundación Diabetes Infantil y la investigación del sida, y fue parte del clásico “That’s What Friends Are For” (1986), con Elton John, Dionne Warwick y Stevie Wonder. En mi opinión, Knight no está animada por el deseo de lograr un resurgimiento tardío en su carrera, sino por las tradiciones que la gestaron.
Knight adquirió prominencia en los años 60 como la vocalista principal en Gladys Knight and The Pips, grabando durante la primera parte de su carrera para la discográfica Motown, que este año celebra su sexuagésimo aniversario. Surgió en un momento en que la música soul no era solo un canal de radio satelital o una lista de canciones para los padres de los milénicos. En ese entonces, el soul era la música que cerraba la brecha racial en el país. Según la descripción de Berry Gordy, el fundador de la discográfica, Mowtown no era la música de los negros en Estados Unidos, sino “la música de la juventud estadounidense”, la frase que aparecía en cada uno de los álbumes y los sencillos de Motown. Cuando Aretha Franklin cantaba “Respect” y “Spirit in the Dark”, las notas resonaban más allá de las iglesias que habían cultivado su talento. Quizás Knight tiene la esperanza de poder recurrir a ese espíritu en un momento en que hay quienes creen que las tensiones raciales son tan pronunciadas como durante las protestas del movimiento negro de los años sesenta.
Es importante también recordar que no todas las interpretaciones del himno nacional o de canciones como “America the Beautiful” son consideradas por todos como reafirmaciones. Cuando José Feliciano cantó “Star-Spangled Banner” en la Serie Mundial de 1968 y cuando Marvin Gaye lo hizo en el Juego de Estrellas de 1983, esas interpretaciones fueron percibidas por algunos como formas de protesta, por la reinterpretación de la versión original. Feliciano ha dicho que no fue su intención imprimirle un tono de protesta a su presentación, pero muchos sintieron que sí.
Otras interpretaciones han sido una declaración más sutil. Cuando Whitney Houston interpretó el himno en el Super Bowl en 1991, convirtió la canción en un éxito popular y le infundió un nivel de musicalidad que sirvió como argumento de los negros estadounidenses para reclamar la canción. Y la icónica grabación que Ray Charles hiciera de “America the Beautiful” (1972) decía tanto sobre los reclamos de los negros estadounidenses de una ciudadanía completa como las protestas que definieron la era.
Con una carrera que incluye clásicos singulares como “I Heard It Through the Grapevine”, “Neither One of Us” y “Midnight Train to Georgia”, Knight indudablemente se ha ganado el derecho de decidir cuál es la mejor forma de contribuir con su talento en este momento crítico en la vida estadounidense. Por mi parte, ansío verla compartir su talento con la nación y el mundo.
Información CNN español