Gardel recordado a 80 años de su muerte
Medellín, Colombia | AFP | Mientras el lugar de nacimiento de Carlos Gardel aún genera polémica en Francia, Argentina y Uruguay, la ciudad colombiana de Medellín se prepara para homenajear esta semana al mítico cantor de tangos, con la certeza de que fue allí donde murió hace 80 años.
Con ofrendas, conferencias que prometen seguir avivando los misterios de la vida y muerte del «zorzal criollo», películas y mucho tango, la segunda ciudad de Colombia inaugurará este lunes su noveno Festival Internacional de Tango en honor a Gardel.
Bajo el lema «Antes morir que olvidarte», el festival tendrá como fecha cumbre el miércoles 24 de junio: cuando se cumplen 80 años de la muerte de Gardelen el aeropuerto de esa ciudad, en una colisión entre el avión en el que viajaba el músico y otra aeronave.
«Tenemos la responsabilidad histórica y el privilegio de conmemorar los 80 años de la muerte de CarlosGardel. Sabemos del protagonismo que tiene su figura para la ciudad e hicimos una convocatoria muy amplia de artistas, miradas y voces», dijo la secretaria de cultura de Medellín, María del Rosario Escobar, al presentar el evento.
Aunque muy lejos de los orígenes rioplatenses del ritmo 2 por 4, Medellín -y otras zonas a su alrededor- se consideran tangueras desde hace décadas. Una tradición que sumada a la muerte de Gardel en 1935, precisamente allí, dejó para siempre inscrito el nombre de la ciudad en el mapa mundial del tango.
«La muerte de Don Carlos aquí fue un argumento para que Medellín se convirtiera en referente del tango, aunque para 1935 ya había un movimiento ‘tanguístico’ en esta zona del eje cafetero colombiano y él venía justo a ver a sus fans», dijo a la AFP Javier Ocampo, miembro y antiguo presidente de la Asociación Gardeliana de Colombia.
Para los gardelianos son muchos los factores que hicieron de Medellín una ciudad de tango, entre ellos: la llegada de futbolistas argentinos a comienzos del siglo XX, que compartían su música y su cultura, y lo identificados que se sentían con las letras los obreros de las barriadas que rodeaban la ciudad, que como los emigrantes europeos en Argentina o Uruguay, habían llegado a la ciudad desde otras regiones.
La estatua de Gardel, en la que el miércoles sus seguidores colocarán una ofrenda floral, está precisamente en un populoso barrio de Medellín, Manrique, hogar de quienes llegaban de fuera a trabajar en la ciudad.