Ganó la lotería y regaló cigarros a sus hijos
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La historia quedó en la memoria de todos en Inglaterra y todavía hoy, una década después, se habla del caso Alex Robertson. El hombre ganó 38 millones de libras esterlinas en la lotería junto a otros 11 compañeros de trabajo que apostaron en conjunto. A él le pertenecían 3,1 millones pero ese golpe de suerte terminó siendo una desgracia.
El conductor de autobús de Corby en Northants obtuvo el premio jugando en la famosa Euromillions en marzo del 2013. Todos en su familia pensaron que tenían el futuro asegurado, que ya nadie tendría que volver a trabajar. Pero el flamante millonario decidió darle la espalda a sus hijos.
Alex Robertson, que en ese momento tenía 58 años, y sus hijos Alex Junior (36) y William (35) quebraron su relación para siempre. Es que el padre de la familia se negó a compartir con ellos ninguna de sus ganancias de 3,1 millones de libras esterlinas (3,6 millones de dólares).
Apenas les regaló 200 cigarrillos, lo que desató la furia de sus hijos. Sin entender los actos de su padre, los jóvenes comenzaron una guerra en contra de su propio padre. Mensajes amenazantes, insultos y una causa abierta en la justicia, su padre los denunció.
«Terminamos golpeando con martillos sus dos nuevos autos», confesó William en una reciente entrevista con The Sun en la que recordó el caso, junto a otras historias de ganadores de lotería que terminaron en desgracia.
Con información de Clarín