Fujimori «me quitó a mi madre», reclama hija de exalcaldesa peruana asesinada
Entrevista Efe
Leonor Luna, hija de la exalcaldesa de Huamanga, Leonor Zamora, una de las víctimas durante el régimen Alberto Fujimori, criticó hoy en la ciudad australiana de Sídney el indulto de gracia concedido al expresidente peruano.
Fujimori, quien cumplía 25 años de prisión por delitos de lesa humanidad y corrupción, fue indultado la nochebuena pasada por actual mandatario de Perú, Pedro Pablo Kuczynski, tres días después de salvarse de ser destituido por el Congreso.
Fujimori, de 79 años, expresó el martes pasado en un vídeo de Facebook, que si bien era consciente de que los resultados de su gobierno fueron bien recibidos por un sector de la población, también admitió que había «defraudado» a otros compatriotas, a quienes pidió «perdón».
Sus disculpas no fueron bien recibidas por Leonor Luna, organizadora de una manifestación pacífica hoy en Sídney, donde reside, para sumarse a la petición de los familiares de los desaparecidos y las víctimas del régimen de Fujimori (1990-2000) para que la Corte Interamericana de Derechos Humanos (CorteIDH) anule la sentencia,
«Fujimori no me decepcionó. A mí me quitó a mi madre y a miles de hermanos peruanos que continúan desaparecidos», comentó en entrevista con Efe la hija de la exalcaldesa de Huamanga, asesinada en 1991 por Fabio Urquizo Ayma, conocido como el Agente Carrión.
Según la Comisión de la Verdad y la Reconciliación (CVR), Urquizo fue parte de un equipo de inteligencia del Ejército que fue responsable de diversas violaciones de derechos humanos en el departamento de Ayacucho entre los meses de julio y diciembre de 1991.
Su seudónimo era «Agente Carrión» y, según su diario descubierto en 1996, se pudo reconstruir las ejecuciones arbitrarias del periodista Luis Morales Ortega, de la familia Solier, de la desaparecida Leonor Zamora y de otras personas.
«Invocamos a la CorteIDH porque como podemos ver en el Perú no hay respeto por los derechos humanos y con el indulto vemos que no existe la justicia en nuestro país. Ese indulto es indignante para los familiares de los desaparecidos que tenemos que seguir sufriendo, porque el dolor es de por vida», precisó.
Por eso, Leonor Luna, sus hermanas y un grupo de defensores de los derechos humanos se congregaron frente a la Casa de la Ópera en Sídney para pedir la intervención de la CorteIDH.
«No podemos permitir que siga reinando la impunidad, nos manifestamos porque queremos que se haga justicia para nosotros nuestros seres queridos», señaló.
Los familiares consideran que el indulto tiene un carácter político y no humanitario, como se argumentaba en la resolución firmada por Kuczynski, a quien acusan de alcanzar un acuerdo político con Fujimori.
También criticaron la celeridad con que se hizo así como la falta de transparencia en este proceso para indultar a Fujimori, quien permanecerá unos días más en un hospital de Lima a donde fue trasladado a la unidad de cuidados intensivos, de donde ya salió.
Leonor Luna también arremetió contra el presidente Kuczynski, quien comentó en un reciente Mensaje a la Nación que Fujimori cometió «excesos y errores gravísimos», y justificó que ya cumplió 12 de los 25 años de condena.
«No fueron errores ni excesos. Fueron crímenes de lesa humanidad», remarcó Leonor Luna al quejarse de que el indulto con gracia otorgado no es humanitario porque ese privilegio «se da a gente que está muriéndose» y considerar que éste no es el caso.
Al respecto, reclamó a Kuczynski que cumpla el compromiso suscrito con los familiares de los desaparecidos y muertos durante el régimen de Fujimori para no indultarlo.
«Lo que nos ha hecho es una traición. El señor Kuczynski no sabe mantener su palabra y se ha manchado las manos con la sangre de los inocentes y de nuestros familiares», denunció la activista en Australia.
Fujimori fue condenado en 2009 a 25 años de prisión como autor mediato (con dominio del hecho) del asesinato de 25 personas en las matanzas de Barrios Altos (1991) y La Cantuta (1992), ejecutadas por el grupo militar encubierto Colina, además de por los secuestros de un periodista y un empresario en 1992. EFE