Fuente militar: «Robacarros» pasan por ocho trochas hacia Colombia
Con información de Panorama
Cinco horas de viaje a toda velocidad les toma, aproximadamente, a los jinetes (delincuentes que movilizan los carros robados) atravesar unas ocho trochas para pasar un vehículo de Venezuela a Colombia. Así lo revela a PANORAMA una fuente militar.
Son varias las rutas de escape, que muchas empiezan en Maracaibo y La Concepción, y luego pasan por Mara y Guajira.
“Comienzan en Las Tuberías, en la parroquia Idelfonso Vásquez; continúan hasta Cuatro Bocas, en Mara; pasan por Campo Mara hasta la carretera de Carrasquero; transitan por el sector El Escondido y se desvían al caserío Guana (Guajira) y después hasta el pueblo colombiano Carraipía, donde toman la carretera Albania que los lleva a Maicao”, detalla el efectivo castrense.
Por su parte, el secretario de Seguridad y Orden Público del Zulia, el comisario Biagio Parisi, sostiene: “Hay muchas vías, pero también lo hacen por otras trillas que no conocemos, y otros atraviesan la Guajira por la Troncal del Caribe”.
La fuente asevera que el 80% de carros robados que son vendidos en Colombia se pasan por la zona norte del Zulia, pues por el sur hay más controles, a lo que el comisario Parisi acota que son sacados por la Guajira.
Aunque algunos perciben que el robo y hurto de vehículos aumenta y se perfecciona, el comisario Parisi asevera que los índices han caído en los últimos tres meses cuando empezaron los operativos.
“De 50 carros que eran robados a diario bajó a unos 30. El hurto se redujo en un 30% (…) Los ‘robacarros’ que pasan la frontera por vías principales porque hay funcionarios involucrados en organizaciones delictivas, lo que retrasa la disminución de las estadísticas”, detalla Parisi.
Y así lo confirma el informante militar: “Algunos empleados de la administración pública están ligados a este delito. En octubre, desarticulamos una red de funcionarios que eran choferes y trasladaban a Maracaibo desde Aragua, Valencia y Caracas los vehículos de uso oficial para luego pasarlos a Colombia”.
Según el informante, este tipo de vehículos “es vendido en el vecino país para usarlos como transporte público y empresas privadas que los alquilan en cinco millones de pesos mensuales”.
Mientras que otros trabajadores públicos también son raptados para despojarlos de las unidades oficiales rotuladas como lo vivieron, el 27 de octubre, dos empleados de Corpoelec cuando un grupo de robacarros los emboscó en la carretera Lara Zulia para quitarles la camioneta Toyota Hilux.
Uno de sus asaltantes cayó abatido en Mara cuando pretendía pasar la frontera. A los dos empleados los hallaron 12 horas después en un cambuche en el municipio Santa Rita, donde los tenían amarrados y en ropa interior.
Los cambuches y caletas ya no solo sirven para ‘enfriar’ los más carros, también los emplean para esconder a las víctimas y a los todos que los acompañen, mientras “aseguran” los vehículos o pasan la frontera.
El 25 de octubre, seis personas fueron rescatadas en un terreno en el sector El Caracol, del municipio Jesús Enrique Lossada. El Cpbez sorprendió a los 8 asaltantes cuando las trasbordaban. A todos los raptaron en una panadería de Maracaibo para llevarse una Silverado.
La fuente militar explica que someten a todo el grupo porque “si dejan a uno libre puede alertar a las autoridades, para evitar que el conductor active mecanismos de seguridad que detenga el carro, y para impedir que los policías usen las armas en el rescate”.
Las víctimas no solo deben lidiar con la pesadilla de ser despojados y sometidos, sino también con la extorsión, como lo vivió el lector Enzo Escanela.
“Tres horas de infierno viví cuando me robaron mi carro. Cuatro hombres armados me emboscaron y me mantuvieron secuestrado. Hasta que localizaron el GPS, no me libraron. Después me llamaron para pedir rescate”.
La extorsión da origen a lo que el informante castrense llama ‘doble play’: Exigir ‘rescate’ para que no haya denuncia y les dé oportunidad de vender el carro afuera del país y cobrar la extorsión. El propietario pierde todo.
La fuente militar asevera que mientras las autoridades colombianas no apliquen “mano dura” en la nacionalización de los vehículos, los robos y hurtos no frenarán en Venezuela