Protestan en Francia contra el aumento de la edad de jubilación

1,3 millones de manifestantes según la CGT, el sindicato mayoritario, y 400.000 personas según el Ministerio del Interior. Los franceses volvieron a salir a las calles para protestar contra la reforma laboral propuesta por el Gobierno de Emmanuel Macron que pretende elevar la edad de jubilación de los 62 a los 64 años. Una situación a la que todos los sindicatos de la nación gala se han opuesto y que ha hecho que se organicen marchas de protestas durante las últimas semanas, sin que el Gobierno haya modificado hasta el momento su postura.

Este 16 de febrero ha habido protestas en las principales ciudades del país, aunque se ha registrado un descenso en el número de asistentes. Esta es la quinta jornada de protestas desde que todos los sindicatos decidieran incurrir a la huelga de forma sectorial tras el anuncio del Gobierno sobre las pensiones.

La novedad de esta jornada ha estado en la ciudad francesa de Albí, una localidad al sur del país históricamente ligada al socialismo por ser el lugar natal del icónico político socialista Jean Jaurès. Allí se concentraron los líderes sindicales de todo el país para protestar y visibilizar la transversalidad de su reivindicación y ofrecer una visión fuera de París.

Desde ahí, Laurent Berger, líder de la Confederación Francesa Democrática del Trabajo (CFDT), advirtió que «claramente, el Gobierno debe escuchar lo que está pasando y apostar por una posible pérdida de impulso del movimiento es una locura».

Por su parte, Philippe Martínez, de la Confederación General del Trabajo (CGT) recalcó que «la movilización continúa y la determinación es más grande que nunca».

Ninguno de los líderes sindicales se ha mostrado desanimado ante la bajada de seguimiento de la huelga de este jueves y destacan el éxito a pesar de que una parte de Francia está en vacaciones. Según los datos de medios locales como ‘BFMTV’, el seguimiento de la huelga podría haberse reducido casi a la mitad en algunos sectores como el ferroviario, donde se pasó del 25% al 14%.

Además del retraso de la edad de jubilación, la reforma contempla el aumento del número de años cotizados de 42 a 43 para poder cobrar la pensión total y el adelanto de 2035 a 2027 para que estas normas sean efectivas.

La reforma se debate en el Parlamento francés

El Gobierno de Emmanuel Macron se escuda en la insostenibilidad que tiene el sistema público actual ante la inminente jubilación masiva de la generación conocida como ‘baby boom’, la más numerosa en Europa y a la que pertenecen aquellos nacidos entre finales de la década de 1950 y la década de 1960. Esta cuestión hace que, ligado a la baja tasa de natalidad actual, el sistema pueda tener descompensaciones.

Durante estas semanas, la Cámara Baja del Parlamento francés está debatiendo la propuesta y los sindicatos tienen previsto mantener el pulso en las calles hasta llegar a la fecha cumbre del 7 de marzo, cuando la propuesta de ley se debata en el Senado. En ese momento se espera una gran movilización sindical en protesta.

Nada hace pensar que el Gobierno dé marcha atrás en su propuesta a pesar de las protestas. Aunque el sindicalismo en Francia es una fuerza de poder importante, ha perdido influencia en las últimas décadas.

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