Francia espera ayuda financiera europea para afrontar crisis migratoria
Calais, Francia | AFP | Francia anunció el lunes que espera una nueva ayuda financiera de la Unión Europea para hacer frente a la crisis migratoria, que ha desatado debates en varios países respecto a la acogida de los refugiados.
El primer ministro francés, Manuel Valls, visitó este lunes Calais (norte de Francia), donde se encuentran miles de extranjeros que tratan de llegar a Inglaterra. Acudió acompañado por dos comisarios europeos, el vicepresidente Frans Timmermans y el comisario a cargo de cuestiones migratorias, Dimitris Avramopoulos.
Según fuentes del gobierno, Francia espera de Bruselas una ayuda suplementaria de varios millones de euros. París obtuvo ya 35 millones de euros de ayuda de los británicos y siete de la UE.
El domingo, Valls hizo un discurso en favor de la acogida de los refugiados, al igual que varios dirigentes europeos que abogaron en favor de otorgarles asilo.
«Europa debe dejar de conmoverse y empezar a moverse. Debemos optar por fin (…) por tener una política de inmigración europea, con un derecho de asilo europeo«, sostuvo el domingo el jefe del gobierno italiano, Matteo Renzi.
Los inmigrantes que «huyen de la guerra, las persecuciones, la tortura, las opresiones, deben ser acogidos» y «tratados dignamente, albergados y recibir atención médica», dijo, por su lado, Manuel Valls.
La cuestión de la inmigración, tema de una reunión ministerial de la UE convocada el 14 de septiembre, provocó una minicrisis diplomática entre París y Budapest.
Citando a Hungría, el canciller francés, Laurent Fabius, consideró el domingo «escandalosa» la actitud de ciertos países del este de Europa e instó al desmantelamiento de la barrera erigida por las autoridades de Budapest en la frontera con Serbia.
Su homólogo húngaro, Peter Szijjarto, consideró «chocante» la crítica y convocó el lunes a un diplomático de la embajada de Francia en Budapest.
El tema es también objeto de debates internos en diversos países europeos. Respondiendo a críticas, el líder del Partido Socialista francés, Jean-Christophe Cambadélis, estimó que la sociedad francesa es «sumamente cerrada» y debería inspirarse de Alemania en el tratamiento de la migración.
El lunes, el diario polaco Gazeta Wyborcza criticó asimismo la actitud de la sociedad polaca al respecto. «El egoísmo xenófobo de los polacos aparece claramente. ¿Por qué los políticos polacos no tienen la valentía de oponerse a él?», plantea el periódico.
‘Ruta de los Balcanes’
En la «ruta de los Balcanes», miles de inmigrantes, principalmente sirios, iraquíes y afganos, siguen tratando de llegar al espacio Schengen a pie, en autobuses o en trenes.
Una vez más, cientos de ellos atravesaron el domingo la frontera entre Serbia y Hungría, pese a que las autoridades húngaras completaron la instalación de una valla alambrada de 175 kilómetros en la frontera.
Durante el mes de agosto, Hungría registró la llegada de 50.000 migrantes. Pocos de ellos pasaron por debajo de la alambrada en la que se podían ver jirones de ropa. La mayoría pasaba por la vía férrea, donde no se levantó ninguna valla y por donde los trenes pasan muy lentamente.
Los migrantes llegados a Hungría vienen desde las costas turcas del mar Egeo, desde donde cruzan Grecia, Macedonia y Serbia.
En el sur de Serbia, en medio del aire polvoriento de un centro de acogida de inmigrantes en Presevo, Samar, una siria de 40 años, madre de dos adolescentes, esperaba sentada sobre un trozo de cartón a que su marido finalizase las gestiones para registrarse ante las autoridades serbias.
«Lo peor de este viaje es la humillación», confió a la AFP. «Estamos en un laberinto, de una cola de espera hacia otra, y ahora aquí en Serbia, la policía nos grita como si fuéramos animales», dice entre lágrimas esta refugiada que huyó de Damasco.
Un empleado de la agencia gubernamental serbia para los refugiados y migrantes reconoció que estaban sobrepasados. «El gobierno serbio quiere ayudarlos, pero sólo tenemos la infraestructura necesaria para unas mil personas» y, cada día, «entre 2.000 y 3.000 personas llegan» al país, indicó Dejan Milisavisevic.
La cifra de inmigrantes que abandona diariamente Grecia rumbo a Europa occidental varía según las fuentes. Mientras Naciones Unidas habla de 1.500 personas, un trabajador humanitario en el lado macedonio de la frontera con Grecia habla de unas 3.500 llegadas diarias.