FOTOS+VIDEO | El injusto via crucis de familiares y estudiantes UPEL detenidos en El Dorado - 800Noticias
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Con información de El Pitazo

El 3 de julio un Tribunal Militar fue constituido en la sede del comando central de la Policía de Aragua, donde el juez 5º de control, Edgar Volcanes, decidió la suerte de 27 estudiantes de la Universidad Pedagógica Experimental Libertador (UPEL), privándolos a todos de libertad

Volcanes, decidió que a cinco mujeres se les diera casa por cárcel y a los 22 hombres los envió a dos recintos carcelarios de alta peligrosidad y muy lejos de Aragua: la cárcel 26 de Julio, en Guárico, y el Centro Penitenciario de Oriente, conocido como El Dorado, esta última la más inhóspita y lejana de todas, custodiada por un pran que da sus rondas para ver cómo marchan las cosas.

Foto: Cortesía

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El 4 de julio llegaron diez jóvenes a El Dorado, muy golpeados y desconcertados por la manera en que les cambió la vida en un abrir y cerrar de ojos. Sin más ropa que la que llevaban puesta, sin un cepillo de dientes, nada que los conectara con sus vidas, que acababan de dejar atrás en medio de llantos y gritos de sus madres y esposas, que los despidieron en medio de gases lacrimógenos.

El Dorado

Es un centro penitenciario compuesto por tres edificios, el último es la máxima, donde están los jóvenes junto a otros presos acusados por saquear y funcionarios públicos. Es un área que estaba abandonada, llena de escombros y fue habilitada para recluirlos. No cuenta con las condiciones necesarias para albergar a personas, por lo que la situación es muy incómoda: no tienen agua potable, no tienen acceso al mundo exterior salvo cuando llega la visita. Toda esta información ha sido relatada por ellos mismos, quienes en muy pocas oportunidades han podido hacer una llamada telefónica a sus madres o esposas a cambio de un cigarrillo que le regalan a un GN por el favor concedido.

Cuando llueve son felices, porque esa agua que logran recolectar no está contaminada. Sus familiares les llevan agua potable, pero se les acaba rápidamente. Duermen en el piso y a veces la comida se la dan descompuesta.

Foto: Cortesía

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Paludismo

Tres de ellos están infectados con paludismo, José Saldivia, Aléx González (Presidente de la Federación de Centro de Estudiantes de la UPEL, quien también sufre de gastritis por el régimen alimenticio) y Kevin Rojas; el resto de la población del edificio corre el mismo riesgo.

La fiebre alta de Saldivia y González, acompañada de vómitos y diarreas, despertó las alarmas entre sus compañeros, quienes llamaron rápidamente. El diagnóstico formal por Malariología tardó y la administración de los medicamentos mucho más; la situación empeoró, al tiempo que los familiares de Saldivia se movían lo más rápido posible.

La madre de Alex González al parecer es una señora muy mayor y está postrada en una cama, por lo que Alex no ha contado con su familia, pero sí con el apoyo de la de Saldivia. Al poco tiempo cayó con los mismos síntomas Kevin Rojas, con un cuadro un poco más complicado por el tipo de paludismo.

Abel Bandres, hermano de Saldivia, explicó que varios días después fue que las autoridades sanitarias se trasladaron al penal para hacerles los exámenes tanto a ellos como al resto dela población, con el agravante de que no contaban con suficientes reactivos y quedó por fuera un número importante de reclusos.

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Los medicamentos fueron suministrados por la sociedad civil y no por Malariología; la situación fue muy grave por la tardanza en su aplicación. Cuando se registró el tercer caso, Kevin Rojas, que empezó a convulsionar y a perder el conocimiento, tanto su madre como su esposa se pusieron en marcha para buscar los medicamentos: Cloroquina y Primquina para 14 días. También antidiarreicos, antiácidos, soluciones, analgésicos e inyectadoras, entre otros insumos médicos.

Ante este panorama, dos de los estudiantes han deseado en varias ocasiones la muerte antes que continuar sufriendo esta situación.

Vía Crucis

¡El viaje comienza por conseguir efectivo!  Las familias deben disponer de un monto aproximado de 755 mil bolívares para ir a ver a sus seres queridos, en un país donde conseguir esa suma es muy difícil, empezando por los cajeros automáticos dispensan hasta 10 mil.

Salen de Maracay un miércoles a las 2 pm para retornar el martes siguiente. El pasaje ida y vuelta a Tumeremo cuesta 90 mil. Son 30 horas de camino, para llegar el jueves en la tarde noche. El pasaje interno Tumeremo-El Dorado cuesta Bs.15 mil, más la lancha 5 mil, total ida y vuelta, Bs. 40 mil, multiplicado por tres días (viernes, sábado y domingo) son 120 mil. El hotel cuesta 70 mil la noche por cuatro días (jueves, viernes, sábado y domingo), o sea, Bs. 280 mil.

A esos gastos, agrega la crónica de El Pitazo, les debemos sumar los de alimentación, que rondan los Bs. 53 mil diarios: desayuno 13 mil, almuerzo 25 mil, cena 15 mil, lo que al multiplicarse por cinco días da Bs. 265 mil. A estos costos no se les han agregado los insumos que se les llevan a los muchachos, lo que duplica la inversión.

Una vez que llegan a El Dorado, deben caminar con su cargamento un kilómetro hasta la entrada del penal, al que solo se permite la visita de mujeres. Ellas deben cargar con todos los paquetes, entre ellos las cajas de agua potable o botellones.

Foto: Cortesía

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El relato de las madres, hermanas y esposas es abrumador, por todo lo que tienen que sufrir para poder llegar el viernes a la visita. Deben ir vestidas de franela blanca y pantalón azul. Someterse a la requisa es otra de las cosas por las que deben pasar: entran a un cuarto donde son revisadas y en algunos casos desnudadas. Al pasar, deben caminar hasta el final y llegar al tercer edificio para ver a sus familiares.

Alex González y Boris Quiñonez no tienen quien los visite, porque la mamá de Alex está en cama y la familia de Boris es de Los Andes, por lo que las mamás de otros reclusos dicen que los van a visitar a ellos para que los dejen salir al patio; de lo contrario, no se les permite el acceso a esa área.

Durante la visita comparten alimentos y tratan de pasarla lo mejor posible, pero en el caso de Alex González ha sido muy difícil, relató una de las madres, muy preocupada por él. Dijo que está muy retraído y casi no habla con nadie.

Del sobreseimiento a la libertad

Aunque todos están al tanto de que la fiscal militar Katiuska Ochoa Chacón no consiguió elementos probatorios para acusar a 22 de los 27 estudiantes y solicitó el sobreseimiento de la causa, las cosas no han cambiado para estos jóvenes, quienes aseguran que los otros cinco compañeros, entre los que están Alex González, Boris Quiñonez y Brigitte Herrada, tampoco deberían ser acusados, porque los agarraron en las mismas circunstancias.

El tribunal 5º de control fijó el 27 de septiembre para celebrar la audiencia preliminar contra los cinco acusados de la Upel. El día 8 de septiembre regresan del receso judicial y es cuando el tribunal de la causa, vía oficio, podría emitir las boletas de excarcelación de los 22 jóvenes. Los abogados defensores insistirán en el traslado de los cinco acusados a un recinto carcelario en la entidad a la que pertenecen y solicitarán medidas menos gravosas para ellos.

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