+FOTOS|Nicolas Cage en aprietos económicos tras gastar su fortuna en «caprichos»
Clarín.com
Hollywood le sonreía, todo era fama, elogios y recaudación, pero un día eso se terminó y los millones fueron desapareciendo. A los 54 años, Nicolas Cage podría protagonizar una película con su historia económica, que va en picada y que necesita un golpe de suerte para no terminar mal.
En un momento, Cage llegó a ser propietario de 15 casas, incluida una mansión de 25 millones de dólares frente al mar en Newport Beach (California). También tuvo una finca rural de más de 15 millones en Rhode Island; y una residencia de más de ocho millones en Las Vegas.
Ahora, Cage redujo su patrimonio de 150 millones de dólares a 25 millones y, según Daily Mail, los impuestos de todas sus propiedades superan los 14 millones de dólares.
Redujo su patrimonio de 150 a 25 millones.
A la par de su fama, sus caprichitos fueron en aumento. Una vez hasta se le ocurrió comprar un costosísimo fósil de dinosaurio. El ganador de un Oscar por Leaving Las Vegas vive ahora sus peores horas de incertidumbre y acepta excéntricos papeles en películas no tan vitoreadas. Su objetivo es hacer frente a sus deudas.
Sus insólitos «antojos»
Cage llegó a tener una colección de cómics por valor de más de 1,6 millones de dólares, incluido el primer número de Action Comics, en el que figura la primera aparición de Superman y que se editó en 1938.
Sus otro gran capricho tiene que ver con la búsqueda de animales exóticos. Por ejemplo, compró dos cobras albinas por 270.000 dólares y un pulpo gigante por 150.000 dólares.
Cage en «El señor de la guerra».
Ambicioso a la hora de manejar autos, entre su «despilfarro» figura la compra de «máquinas» que manejaba poco. Un caso: un Lamborghini de 450.000 dólares, que adquirió en una subasta en 1997.
Alguna vez a Nicolas se le ocurrió tener una tumba pirámide. Y mandó a construir en el cementerio de Nueva Orleans, cerca de su mansión embrujada, con una inscripción en latín en grande donde se puede leer «Omnia ab uno» (Todos somos uno).
En otra ocasión, el actor de «Ladrón de orquídeas» se levantó con ganas de atesorar el cráneo de un dinosaurio. Y adquirió en una subasta un fósil de más de siete millones de años de antigüedad. Fue en 2007 y el precio final llegó a 246.000 euros. Finalmente no pudo quedarse con «la pieza» de colección: el cráneo resultó ser robado por un paleontólogo de Mongolia.
Meg Ryan y Cage en la película «Un ángel enamorado».
Pese a todas esas excentricidades, Cage también tiene su costado solidario. En una oportunidad donó dos millones de dólares a Amnistía Internacional y otro millón para las víctimas del Katrina.
A la espera de un rol cinematográfico que vuelva a ubicarlo en el podio (como en épocas de Hombre de familia o Un ángel enamorado), Cage presta su imagen a marcas o a eventos con tal de seguir sumando miles de dólares para pagar lo que debe.