+FOTOS | Subastan casa circular del arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright
EFE
La casa circular en las montañas de Arizona (EE.UU.) que el reconocido arquitecto estadounidense Frank Lloyd Wright comenzó a diseñar en 1959, el año de su muerte, se subastará mañana, miércoles, pocos meses después de que ocho de sus edificios fueran declarados Patrimonio Mundial.
«La casa es importante, especialmente en la arquitectura estadounidense, porque es el diseño residencial final de Frank Lloyd Wright, en el que sigue su pasión de toda la vida por mezclarse con la naturaleza», dijo a Efe Rochelle Mortensen, gerente de la división Luxury Real Estate de Heritage Auctions, la casa de subastas con sede en Dallas (Texas) a cargo de venderla.
«The Circular Sun House» ha estado dentro y fuera del mercado en los últimos años.
La familia propietaria trató de venderla por 3,25 millones de dólares en 2018 a través de una agencia inmobiliaria local, pero ahora Heritage Auctions la ha tasado en 2,65 millones de dólares en el catálogo de la subasta de mañana 16 de octubre, que se hará sin que haya un precio mínimo para la primera oferta ni acepta reservas.
Los interesados debían inscribirse previamente para poder participar. La casa de subastas no informó de cuántos lo han hecho.
A los 91 años, poco antes de su muerte en Phoenix (Arizona), Wright (1867-1959) diseñó su última casa como una estructura de círculos concéntricos, ventanas redondas y paredes curvas que siguen las formas de las montañas del desierto donde está ubicada.
John Rattenbury, aprendiz del famoso arquitecto, terminó en 1967 el diseño de esta edificación que por su estructura circular se asemeja al Museo Guggenheim de Nueva York, también diseñado por Wright al final de su vida.
«La casa se curva alrededor de la ladera de la montaña y fue construida como en una serie de círculos que se cruzan y debido a que fue su último diseño representa el final de su carrera muy larga e histórica», señala Mortensen.
La icónica vivienda, que desde el aire tiene forma de pájaro, fue hecha para Norman y Aimee Lykes, por lo que también es conocida como «Norman Lykes Home», y fue renovada por última vez en 1994, cuando ya era propiedad de la familia Franks.
La casa de 287,9 metros cuadrados está asentada en una parcela de 5.265 metros cuadrados en la ladera de una colina en una reserva natural en las montañas cercanas a la ciudad de Phoenix y ha estado en manos de la familia de Julie Franks desde que su madre, Linda Melton, la adquirió en 1992 y la pusieron en venta en 2016.
La casa originalmente tenía cinco dormitorios, pero algunos eran tan pequeños como vestidores, por lo que el arquitecto Rattenbury actualizó el diseño interior en 1994 con la autorización de la Fundación Frank Lloyd Wright, con sede en Taliesin West, en Scottsdale (Arizona).
Los cinco dormitorios Rattenbury los transformó en tres más grandes, que hoy tienen cada uno su baño particular, y agregó una piscina en forma de media luna que formaba parte del diseño original de Wright.
Se vende totalmente amueblada con mobiliario firmado por diseñadores de mitad del siglo XX, dice el folleto de la subasta.
«El área de Phoenix y el desierto de Sonora fueron particularmente importantes para Wright, quien decidió construir su casa de invierno aquí y mudó su escuela de arquitectura aquí (en Taliesin West) para venir todos los inviernos», dice Mortensen.
El afamado arquitecto «sentía que el desierto era restaurador y trató de preservar la mayor cantidad posible del paisaje durante el diseño», agregó.
Frank Lloyd Wright creó más de 1.000 edificios en todo el mundo y esta casa que diseñó para Norman y Aimee Lykes se considera su último proyecto residencial.
El pasado mes de julio la UNESCO (Organización de Naciones Unidas para la Ciencia, la Educación y la Cultura) declaró Patrimonio Mundial ocho edificios de Frank Lloyd Wright, incluidas dos de sus obras más conocidas, el Museo Guggenheim de Nueva York y la Casa de la Cascada (Fallingwater) en Pensilvania.
Considerado el precursor de lo que es conocido como «arquitectura orgánica», la armonía entre la construcción y la naturaleza, Frank Lloyd Wright tuvo importancia «a escala global» durante la primera mitad del siglo XX y más adelante.
Su trabajo, indicó el Comité de Patrimonio Mundial, repercutió en la manera de concebir la arquitectura y el diseño en todo el mundo, «y continúa haciéndolo también a día de hoy».
Entre las ocho obra reconocidas como Patrimonio Mundial por la UNESCO no se encuentra la casa circular que mañana sale a subasta pero sí la casa-taller del arquitecto, Taliesin West, también en Arizona.
Desde su primera estancia en Arizona en 1927, Wright echó el ojo a la región del desierto de Sonora para escapar del riguroso invierno de Wisconsin.
En 1937 viajó con su mujer a Phoenix buscando un terreno donde construir su casa/estudio y el resultado fue una majestuosa obra en un área de 2.500 metros cuadrados, que funcionó y funciona como instalación educativa. EFE