+FOTOS | Isabel II agradece el «heroísmo» de los aliados de la II Guerra Mundial
EFE
La reina Isabel II agradeció este miércoles en Portsmouth (Reino Unido) el «heroísmo, coraje y sacrificio» de los soldados de las fuerzas aliadas en la II Guerra Mundial durante la conmemoración por el aniversario del desembarco de Normandía, el 6 de junio de 1944.
La soberana británica, de 93 años, puso el broche final a un impresionante despliegue de interpretaciones escénicas a cargo de actores, músicos, bailarines, militares, veteranos y políticos.
En su intervención, recordó que cuando asistió al evento de conmemoración del 60 aniversario del desembarco, algunos pensaron entonces que sería «el último» de este tipo.
«Pero la generación de la guerra, mi generación, es resistente, y estoy encantada de estar con vosotros en Portsmouth hoy», señaló.
La monarca afirmó que, «hace 75 años, cientos de miles de jóvenes soldados, marineros y militares aéreos dejaron estas orillas por la causa de la libertad».
Subrayó asimismo que «muchos de ellos nunca regresaron, y el heroísmo, coraje y sacrificio de aquellos que perdieron la vida nunca será olvidado».
«Con humildad y placer, en nombre de todo el país, y de hecho de todo el mundo libre, os digo a todos gracias», concluyó la monarca.
También el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, el mandatario francés, Emmanuel Macron y la primera ministra británica, Theresa May, subieron al escenario para hacer lecturas de una oración y misivas de la época.
Trump, que concluye hoy su visita de Estado al Reino Unido, fue el primero de los tres mandatarios en leer un texto, en su caso de una oración escrita por el expresidente norteamericano Franklin Roosevelt.
El presidente Emmanuel Macron se encargó de pronunciar la última carta de un joven militar de la resistencia Henri Fertet, ejecutado con apenas 16 años, a sus padres.
El político galo quiso dar las «gracias con sinceridad» a los aliados en nombre de su país.
«Mis queridos padres, mi carta va a ocasionaros una gran pena, pero en el pasado os he visto tan llenos de coraje que no dudo de que seguiréis siendo valientes, aunque solo sea por amor hacia mí. Voy a morir por mi país. Quiero que Francia sea libre y que los franceses sean felices (…)», leyó Macron.
Por su parte, May se encargó de la lectura de otra misiva fechada el 3 de junio de 1944, escrita por el capitán Norman Skinner, del Ejército británico, y dirigida a su esposa, Gladys.
La carta aún estaba en su bolsillo cuando el capitán participó en desembarco, un día antes de morir, dejando viuda a su esposa y huérfanas de padre a dos niñas pequeñas.
«Mis pensamientos ahora, en esta adorable tarde de sábado, están con todas vosotras. Te imagino en el jardín, tomando té, mientras Janey y Anne se preparan para irse a dormir. Aunque daría lo que fuera por estar contigo, no he sentido aún ningún deseo de retirarme del trabajo que tenemos que hacer», señala parte del fragmento leído por Theresa May.