+FOTOS | Holanda deporta a una ministra turca en plena crisis diplomática
El Mundo
La ministra turca de Asuntos Familiares, Fatma Betül Sayan Kaya, junto a su delegación, han sido declaradas «personas no deseadas» y deportados a Alemania, donde se encontraban antes de entrar por tierra a Holanda. El Gobierno holandés desplegó a decenas de agentes de la policía y varios helicópteros para que acompañaran a todo el convoy diplomático hasta la frontera y se aseguraran de que la han cruzado, para no volver.
«Me siento terriblemente engañado por el cónsul general. La ministra fue deportada al país del que vino», dijo de madrugada el alcalde de Rotterdam, Ahmed Aboutaleb, en rueda de prensa. «Me mintió. Llamó a la gente para que fuera al consulado donde la ministra hablaría», lamentó, sobre el diplomático turco. La ministra fue advertida el sábado de que «no es bienvenida» y de que no se le permitirá bajo ningún concepto dar un discurso político en territorio holandés. Sin embargo, ella ignoró todas las advertencias, que había seguido a horas de intercambio de ataques e insultos entre los líderes de Holanda y Turquía, y viajó por tierra a Rotterdam.
Llegó ayer en torno a las 20.00 hora local, pero la Policía no le permitió acceder a las dependencias del consulado, ni siquiera a la calle donde se encuentra el edificio. Le ofrecieron irse, por motivos de seguridad pública, pero ella lo rechazó. «No nos permiten entrar en nuestro consulado, que es parte de nuestra nación. ¿Esto realmente es el corazón de Europa o de la civilización?«, escribió la ministra Fatima Betül Sayan Kaya. También acusó al Gobierno holandés de «violar todas las leyes y convenciones internacionales», prohibiéndole celebrar su mitin en Rotterdam.
Previamente, el Gobierno holandés no permitió aterrizar al ministro turco de Exteriores, Mevlüt Çavuolu, para que no llevara a cabo su acto de campaña previsto para la tarde del sábado en la misma ciudad.
Desde Turquía, no pararon de llegar los ataques. Después de que el propio presidente, Recep Tayyip Erdoan, calificara de «nazi» al Gobierno de los Países Bajos, un término especialmente sensible para la sociedad holandesa, la crisis diplomática entre ambos países se agravó aún más. Las autoridades turcas dijeron que no querían ver al embajador holandés en Ankara «por un tiempo» y amenazaron con sanciones. El primer ministro holandés, Mark Rutte, le alertó de que no va a «ceder a los chantajes» y le pidió cooperar para que «sigan siendo países amigos», ambos aliados y miembros de la OTAN.
«¿No saben que yo soy alcalde en una zona que fue bombardeada por los nazis?», se preguntó Aboutaleb, dirigiéndose a los líderes turcos. Por su parte, el ultraderechista y antiislamista Geert Wilders pidió «extraditar» al embajador turco y romper todas las relaciones diplomáticas con Ankara. A la ministra de Asuntos Familiares le dedicó un mensaje de Twitter: «Vete lejos y no vuelvas nunca. Y llévate contigo a tus fans turcos de los Países Bajos, por favor. #ByeBye».