+FOTOS |Hallan restos de vida prehistórica en el escenario tunecino de ‘Star Wars’
El Mundo
La excavación comenzó en 2012 y acaba de concluir. Un grupo de arqueólogos del Instituto Nacional de Patrimonio de Túnez en colaboración con investigadores británicos de la Universidad de Oxford y de la Universidad de Susa han descubierto un lugar prehistórico en Nefta, al suroeste de Túnez, que dataría de más de 90.000 años de antigüedad.
«Se trata del primer descubrimiento de estas características en el extremo sur de Túnez», afirma orgulloso Nabil Kesmi, uno de los miembros del equipo de arqueólogos de la Universidad de Susa. En estas excavaciones han podido hallar fósiles animales y herramientas hechas con piedra por el hombre que «fijarían el comienzo del Paleolítico medio en esta zona».
Se ha podido comprobar gracias a la datación por termoluminiscencia que «esas herramientas serían de hace 92.000 años», asegura el investigador tunecino mientras aclara que este descubrimiento «podría ayudar a explicar el recorrido migratorio desde el este de África al norte del Homo Sapiens», que sucedió aproximadamente hace 65.000 años.
Para Kesmi y todo el equipo que le ha acompañado durante años, éste es un «lugar prometedor» para la arqueología ya que las herramientas con piedra encontradas evidenciaría una actividad humana jamás encontrada en Túnez y, por lo tanto, los restos más antiguos en el país más pequeño del Magreb. Asimismo, «estas herramientas son similares a las que usaban los primeros seres humanos en otras áreas para cazar», asevera.
Animales de la sabana africana
Entre estos restos de la Edad de Piedra se han encontrado fósiles animales como rinocerontes, cebras o avestruces, es decir, animales de la sabana africana, por lo que confía Nesmi en que «gracias a esto se puedan trazar los límites de la sabana»; y además, «indicaciones sobre el cambio climático ya que lo descubierto también indicaría la presencia de agua dulce», en un lugar situado justo al lado del Chott el Djerid, el gran lago salado tunecino -la mayor superficie salina del Sáhara- y que marca el inicio del desierto del Erg oriental.
Esta excavación es el comienzo de más exploraciones que pretenden abordar durante estos años en una zona de 6.000 metros cuadrados. Tienen la esperanza de seguir encontrando más trazos de vida que ayude a completar la historia. «Estamos trabajando en otros tres lugares cercanos y los sondeos realizados han sido muy positivos. La zona oculta todavía curiosidades bastantes importantes», asegura Nesmi.