+FOTOS | Emoción y dolor en el adiós a los 5 argentinos muertos en atentado NYC
EFE
Llenos de dolor y sin poder contener la emoción, familiares y amigos de los cinco argentinos muertos en el atentado perpetrado el pasado martes en Nueva York dieron este lunes el último adiós a sus seres queridos en Rosario, su ciudad natal, adonde fueron llevados los cadáveres tras ser repatriados.
«Es el dolor de toda la ciudad», dijo a la prensa a las puertas del velatorio la alcaldesa rosarina, Mónica Fein, quien esta mañana mantuvo en el aeropuerto de la ciudad un encuentro con los familiares de las víctimas a su llegada de Estados Unidos, país al que habían viajado para reconocer los cadáveres.
Los cuerpos de Diego Mendoza, Diego Enrique Angelini, Alejandro Damián Pagnucco y Hernán Ferrucci fueron velados de forma privada en la sala de sepelios Caramuto de Rosario, mientras que la despedida de Ariel Erlij se realizó en el cementerio de Pérez, al suroeste de la urbe.
Multitud de personas se desplazaron hasta la entrada de cada uno de los velatorios para rendir homenaje a los fallecidos, cinco amigos de entre 47 y 48 años que se encontraban en Nueva York el 31 de octubre, el día de la tragedia, para celebrar los 30 años de su graduación en el Instituto Politécnico Superior General San Martín de Rosario (IPS).
«Es un día que nunca hubiéramos querido vivir. El Politécnico siempre se conoció por otras cosas, nunca por una tragedia de esta naturaleza», aseguró ante la prensa la vicedirectora del IPS, Alicia Oliva, quien acudió hasta la sede funeraria como representante del centro para «honrar la amistad y el afecto que ellos tenían».
No obstante, en señal de «profundo respeto», el centro decidió hoy permitir ausentarse del trabajo al personal docente, no docente y alumnos que quisieran acercarse a acompañar a familiares y amigos.
Por su parte, los familiares de los fallecidos decidieron no atender a los medios de comunicación para preservar la intimidad durante los funerales.
Una vez velados, los restos de Diego Enrique Angelini fueron inhumados este lunes en un cementerio de Rosario, mientras que los del resto de fallecidos serán enterrados o cremados el martes.
Los coches fúnebres con los cuerpos partieron a primera hora de la mañana desde el Aeropuerto Internacional Ministro Pistarini de Buenos Aires, adonde llegaron esta madrugada provenientes de la ciudad estadounidense, en un operativo escoltado por agentes de policía.
Quienes también retornaron este lunes a Rosario, donde se decretó tres días de luto al conocerse la tragedia, fueron tres de los cinco sobrevivientes argentinos del atentado, también del mismo grupo de amigos.
Sin embargo, faltaron Martín Ludovico Marro, quien todavía se encuentra ingresado en el Presbiterian Hospital de Manhattan recuperándose de las heridas sufridas, y Guillermo Banchini, que participó esta mañana, en el mismo lugar donde ocurrieron los hechos, en un homenaje encabezado por el presidente de Argentina, Mauricio Macri, y el alcalde de Nueva York, Bill de Blasio.
En ese acto se recordó a las víctimas y a cinco familias que «han quedado destrozadas», según expresó el jefe de Estado, quien recalcó que el terrorismo «no distingue ni límites, ni países ni nacionalidades», y hay que enfrentarlo con nuevas herramientas globales.
El ataque terrorista, perpetrado en Manhattan por un uzbeco identificado como Sayfullo Saipov, de 29 años y simpatizante del Estado Islámico, dejó un saldo de ocho personas muertas -entre ellas los cinco argentinos– y varios heridos.
Según recordaron medios locales, los diez amigos iniciaron el viaje de conmemoración de sus 30 años de amistad -que llevaban meses planeando- el sábado 28 de octubre por la tarde, con destino final Nueva York.
La excursión incluyó una visita a Boston, donde se reunieron con Martín Marro, que vive allí.
El día antes del atentado volvieron a Nueva York y decidieron dar un paseo en bicicleta por Manhattan, lugar en el que se encontraron con la tragedia.
Erlij, un empresario de 48 años muy conocido en Rosario, vinculado al sector metalúrgico, había sido el encargado de organizar el viaje e incluso ayudó a costear los pasajes al grupo.
En una de las fotografías que se realizaron juntos antes de partir a Estados Unidos, se les ve a todos, abrazados, vistiendo una camiseta blanca con la palabra «libre» estampada, que sintetizaba lo que significaba ese viaje para ellos: alejarse de las responsabilidades del día a día y volver a ser libres como en la adolescencia.
Los cuatro amigos argentinos que resultaron ilesos tras el atentado afirmaron que el terror yihadista no conseguirá perturbar ni sus “valores” ni su “forma de vida”. “¿En qué se ha transformado el mundo? ¿Cómo alguien puede pensar, planear y ejecutar un acto así?”, se preguntaba Guillermo Banchini en una declaración pública desde Nueva York. Piden “justicia” para las víctimas.
Con la tristeza por la pérdida de cinco de sus vecinos, en los últimos días Rosario ha realizado diversos homenajes en su memoria, principalmente en el instituto en el que se formaron las víctimas.